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El periodista independiente cubano Héctor Luis Valdés Cocho reveló en sus redes sociales cuál es el “método infalible” que empleará el día que le vayan a hacer un mitin de repudio frente a su casa, tal como le han hecho a varios opositores y activistas contrarios al régimen.
Con gran sentido del humor, Valdés Cocho describió en su muro de Facebook la manera ideada por él para deshacerse de los manifestantes que suelen proferir insultos y gritar consignas a sus víctimas.
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“Llegan las masas, al compás de ‘Gallos de Pelea’ de Buena Fé, canción nominada a la más escuchada en este tipo de tángana comunistoide”, expresó el reportero.
“Todos aglomerados, se oyen los alaridos: ¡Yo soy Fidel! ¡Pim, pom, fuera, abajo la gusanera! Se escucha a lo lejos el hetero machoman que me grita gentilmente: ‘¡Pájara mercenaria! ¡Que se vaya! ¡Que se vaya! ¡Pájara traidora!’”, relató.
“Yo, estático, inmóvil, mirándolos a todos. Cuando de repente saco de atrás de mi muro algo. Ellos me miran, asustados, pensando que sea una escopeta, por el temor causado por los comentarios de Humberto López. Me miran, nos volvemos a mirar y así de sopetón… ¡Rah! Les tiro un paquete de café La Llave, jabón, detergente, pasta dental, aceite, etc”, agregó.
“Abro mi abanico tranquilamente; poker face todo el tiempo, sentado en mi comadrita (ay, como gozo decir esa palabra), y me quedo observando cómo en cuestiones de segundos se desarticula el acto de repudio”, puntualizó.
“Ojo: Vengan justamente a las 5:00 pm que es que tomo el té, así me daré más gusto mirando la matazón. Ja ja ja ja”, concluyó.
Valdés Cocho lleva varios días sitiado por la Policía en su casa sin poder salir a la calle, sometido a una vigilancia constante por parte de las autoridades.
En un post anterior, libre de toda ironía y comicidad, se refirió con tristeza a la decisión del Gobierno cubana de retomar la práctica de los mítines de repudio, muy comunes en décadas pasadas.
El joven lamentó que la violencia y el odio entre los cubanos se hayan convertido actualmente en algo habitual.
“Jamás pensé que algo tan nefasto que me contaban mis abuelos, que sufrió mi primo, regresaría a la cotidianidad de nuestra tierra. Las prácticas ochenteras de actos de repudio, es una total aberración y causa un dolor extremo a todo aquel que tenga dos dedos de frente. Una invitación para mancillar la moral y el prestigio de quién lo sufre en carne propia”, dijo.
El periodista cuestionó la aglomeración de personas en este tipo de actos, en los que no se respetan las medidas de prevención del coronavirus, en días en que han aumentado el registro de nuevos casos.
“¿A ellos se le hicieron PCR? ¿Dónde está el distanciamiento social? ¿Para ellos no hay multas por incumplir las medidas higiénico-sanitarias? ¿Para ellos no hay COVID? Entonces dan libre albedrío para reprimir, y para exigir nuestros derechos nos encierran con la excusa de la pandemia”, criticó.
“Vamos a respetarnos un poquito, que andan a la cara ya... ¡Descarados! ¡Sin moral!”, exclamó.
Valdés Cocho declaró que si algún día sufre un mitin de repudio, reaccionaría de la misma manera en que lo hizo la colaboradora de CiberCuba Iliana Hernández, “con esa frescura y naturalidad, con ese control ante lo que estaba ocurriendo y con la moral en alto, solo en ese nivel que la tienes cuando sabes que estás haciendo lo correcto”.
“Da pena, la verdad, escuchar aún a señoras que visiblemente el tiempo no se apiadó de ellas gritar: ‘¡Pim, pom, fuera, abajo la gusanera!, ‘¡Yo soy Fidel!’ (cuando ese señor felizmente no está entre nosotros), ¡Mercenaria!, y toda esa serie de improperios que se hacen conocidos en este tipo de ignorancia ciudadana”, agregó.
“¿Hasta cuándo Cuba vivirá en ceguera total? ¿Hasta cuándo el pueblo continuará con esa ceguera crónica, adorando a una persona que solo trajo dolor y miseria a nuestra Isla? ¿Hasta cuándo la idolatría como si de un Orisha se tratara?”, cuestionó.
“El día que me toque a mí, solo los miraré a los ojos a todos y les diré: ‘Cuánta pena siento por ellos!”, concluyó.
A raíz de los sucesos en la sede del Movimiento San Isidro (MSI), violentamente desalojado por la Seguridad del Estado, y de la solidaridad que despertó este hecho en varios cientos de artistas e intelectuales que fueron a pedir cuentas al ministro de Cultura, el régimen castrista ha intensificado la represión contra los opositores y activistas independientes, muchos de los cuales están sufriendo una especie de prisión domiciliaria ilegal.
Héctor Luis Valdés Cocho ha sido arrestado varias veces. La última fue el pasado 22 de noviembre en las inmediaciones del Parque Central, en La Habana, cuando intentaba acudir a una protesta en apoyo al MSI.
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