Han salido a la luz imágenes inéditas del allanamiento a la sede del Movimiento San Isidro el pasado 26 de noviembre, cuando agentes de la policía cubana entró al lugar y detuvo de manera violenta al grupo de personas que allí se manifestaba pacíficamente.
En el video se oye cuando los agentes tocan la puerta: "Buenas noches, es la policía, por favor", dicen, mientras los activistas se mantenían acostados en el suelo.
Luego el agente dice: "Necesito hablar con el representante de este inmueble", refiriéndose al dueño legal de la casa que funge como sede del Movimiento, el artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien en ese momento se encontraba en huelga de hambre.
"¿Pero quién es, por favor?", dice el policía, y Luis Manuel Otero responde que es él el dueño de la vivienda.
Por su parte, el oficial le dice que tiene una denuncia de parte de las autoridades de Salud Pública del municipio de la Habana Vieja, por un presunto delito de propagación de epidemia.
"Nos dicen que aquí se encuentra un viajero nombrado José Manuel (refiriéndose al periodista Carlos Manuel Álvarez)", agregan.
"No quisiéramos usar la fuerza", dice el oficial cuando Luis Manuel Otero les grita que no abrirían la puerta, que tendrían que romperla.
Los manifestantes le responden que ellos siempre hacen uso de la fuerza.
"Es por su salud, por favor, miren, esto es una situación sanitaria", dice le policía, y los activistas le responden que esto no se trata de una situación sanitaria sino política.
Finalmente, la policía dice: "No nos va a quedar otra alternativa, ustedes deciden", mientras echan abajo la puerta de la vivienda y, de manera violenta y vestidos de trabajadores sanitarios, entran y haciendo uso de la fuerza desmantelan el lugar.
Tomando como pretexto la coyuntura del coronavirus, el gobierno cubano desarticuló a los manifestantes de San Isidro el Pasado 26 de noviembre. Un día antes habían enviado a supuestos médicos a conversar con el periodista Carlos Manuel Álvarez, quien había llegado desde Estados Unidos para unirse a los manifestantes y cuyo PCR, según los médicos, había resultado alterado.
"Yo estoy dispuesto a hacerme un PCR bajo ciertas condiciones, yo no puedo confiar en un poder político cuyo aparato de propaganda dice mentiras sobre mí. Yo no me voy a poner en manos del estado, incluso si yo me hiciera ese PCR yo no puedo confiar en él", declaró Álvarez.
Al periodista no presentarse en una institución médica a hacerse el PCR, las fuerzas de la policía allanaron el lugar, acabando así con la huelga de hambre que varios activistas sostenían por la liberación del rapero contestatario Denis Solís, y a favor de libertades y derechos en Cuba.
Desde entonces, los activistas de San Isidro no han dejado de ser asediados por la policía, han sido detenidos algunos y la mayoría se encuentra bajo arresto domiciliario. También les han hecho actos de repudio frente a sus viviendas o estas han sido atacadas con botellas o piedras.
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