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El cineasta cubano Ernesto Daranas, director de películas como "Los dioses rotos" y "Conducta", publicó este lunes un extenso artículo en el blog del politólogo Julio César Guanche, donde critica duramente la política represiva del gobierno a raíz de la protesta del llamado Movimiento San Isidro y la concentración de apoyo de jóvenes artistas e intelectuales ante las puertas del Ministerio de Cultura, para pedir respeto a la libertad de expresión.
El análisis, titulado "¿Qué está pasando en Cuba en estos momentos?", comienza recordando una serie de hechos recientes que han sido ignorados por la prensa oficial, lo cual contrasta con la campaña de descrédito emprendida por el gobierno contra los activistas y artistas independientes que la semana pasada se atrevieron a levantar la voz para pedir diálogo con las autoridades culturales.
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"He visto a Luis Manuel Otero Alcántara caminar sin compañía por las calles de mi barrio. Algunos vecinos lo saludan y otros que no lo conocen personalmente murmuran a su paso. Nadie le grita traidor, terrorista o mercenario", escribe Daranas, luego de recordar el caso del manifestante que salió en el Bulevar de San Rafael con un cartel donde se leía "“Libertad. No más represión. #free-Denis", y otros episodios recientes de disenso público.
Luego, en una serie de "impresiones sueltas", el cineasta desgrana su inconformidad con muchas de las afirmaciones de la propaganda oficial, repetidas estos días por funcionarios y periodistas.
"Las demandas presentadas al MINCULT son la expresión del sentir de una cantidad creciente de cubanos. De eso trata realmente este momento, mucho más allá del MSI y de los artistas. El país no puede dividirse en torno a eso y se deben abordar de una vez las diferencias. Compartir la misma visión política o ideológica no puede ser una condición sine qua non para el diálogo", asegura Daranas.
"El peso del Estado no puede caer de esa forma sobre todo el que disiente. En Cuba hay juicios sumarios y gente presa, detenida, sitiada o expulsada de su trabajo solamente por sus ideas. Eso debe cesar. Existen derechos básicos que deben ser respetados, presentes en esa propia Constitución de la que Granma, en su editorial del 1ro de diciembre, solo cita el Artículo 4 referido a la traición a la Patria", agrega el director de cine.
Más adelante, Daranas hace un severo análisis de la situación política en la isla, y critica la represión como único criterio gubernamental para tratar con la diferencia de criterio.
"La estrategia de descrédito impune frente a cualquier disidencia está agotada, sobre todo, cuando se niega el derecho a réplica de los que están siendo acusados. Las redes han cambiado definitivamente la manera en la que los ciudadanos, en especial los más jóvenes, se relacionan con los medios. Es una generación habituada a acceder a fuentes, contrastarlas, emitir sus criterios y reconocer el de otros", apunta.
"La gestión gubernamental quizás nunca ha sido tan cuestionada como en estos momentos, incluso por los propios revolucionarios. La sociedad cubana está ofreciendo claras señales de la necesidad de un modelo mucho más participativo, que traduzca en hechos concretos ese Estado de Derecho al que aspiramos", añade el creador, antes de abordar otros asuntos que están en la base de la creciente oposición al gobierno de Miguel Díaz-Canel.
"La presencia militar en la economía, su impopular dolarización, el freno a la iniciativa privada, los hoteles de lujo levantados entre vecindarios en ruinas y una inversión en turismo muy superior a la que se realiza en la agricultura son solo algunas de las contradicciones de las reformas en un país con serios problemas en materia de alimentación, insumos, vivienda y derechos civiles", escribe el popular director de cine.
"Buena parte de la censura que padecen los artistas se debe al abordaje de estos temas, por lo tanto, hablar de cultura es imposible sin tocar estos aspectos", asegura Daranas.
En agosto de este año, el cineasta rechazó que su filme "Conducta" (2014) fuera utilizado como referencia en un artículo publicado en el periódico oficialista Granma, que arremetía contra los llamados "coleros" en Cuba.
“Mi prioridad fue nuestra autoestima, el recordatorio de lo que realmente somos como cultura y como pueblo, mucho más allá de esos símbolos y consignas entre los que el significado de ‘Patria’ se extravía”, apuntó el cineasta.
“Los coleros no son el verdadero problema. Criminalizarlos no pondrá fin a la escasez, del mismo modo en que televisar solo a los acaparadores deja intacta la raíz de la corrupción que nos agobia”, concluía.
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