Un grupo de cubanos residentes en Berlín, Alemania, mostraron su apoyo al Movimiento San Isidro (MSI) y a los artistas, activistas, periodistas independientes y miembros de la sociedad civil que se concentraron el 27N frente a la sede del Ministerio de Cultura (MINCULT) para exigir libertad de expresión y la liberación de Denis Solís, entre otros reclamos.
En una parada artístico-reivindicativa, decenas de cubanos se manifestaron este sábado en la plaza de la estación de trenes Berlin Potsdamer Platz Station, junto a los vestigios del antiguo Muro de Berlin. Con carteles que mostraban su solidaridad con el Movimiento San Isidro, los asistentes leyeron poemas, cantaron, pintaron y tomaron la palabra para expresar sus ideas sobre la situación en Cuba.
“Todos somos San Isidro”, “Por una Cuba libre y democrática” y “Queremos libertad de expresión”, fueron algunos de los mensajes que podían leerse en los carteles que portaban los manifestantes. Otros mensajes fueron escritos en hojas de papel con la que se hizo una instalación efímera sobre el pavimento de la plaza.
La manifestación transcurrió a lo largo de horas en una tarde fría de Berlin mitigada por el calor de la hermandad y de los reclamos de justicia y libertad para una isla con cuyo futuro todos los asistentes se sentían comprometidos.
Cantó Ernesto Enrique Rodríguez acompañado de su guitarra. Sus versos y sus palabras transmitían el mismo mensaje. “Yo también he tenido mucho miedo, y mucho dolor de garganta de tanto callar. A veces uno teme, no tanto por uno, sino por los de uno, por su familia que queda atrás”, dijo Rodríguez.
Acompañado por Leonardo, que tocaba una melódica, Rodríguez cantó una canción cuya letra decía: “Si todo el mundo se concentra en lo bueno, lo malo desaparece”. Los niños bailaban, lo alemanes pasaban y miraban curiosos el evento y, al fondo, la policía custodiaba la concentración. Toda una imagen de la energía que desprenden las personas en democracia.
“¿Cuántos años me suman ya al martirio?”, preguntaba en sus versos el poeta Amir Valle, presente entre los manifestantes. En sus versos desfilaban las emociones de millones de cubanos que han visto sus vidas marcadas por la tiranía de un régimen totalitario. “El miedo bajo la coraza de todos”, decía uno de sus versos.
Una de las asistentes se acercó al micrófono y pidió “que la tristeza se convierta en esperanza. Paz y libertad para Cuba”, mientras otra de las presentes sintetizó su mensaje con la frase “no tendré las mismas ideas que tú, pero siempre defenderé hasta el final tu derecho a tenerlas”.
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