La policía cubana realizó una fuerte redada contra vendedores ambulantes de aseo y útiles del hogar la tarde de este martes en La Habana.
El operativo policial ocurrió en la céntrica esquina de Neptuno y Galiano, según reportó el diario 14yMedio.
Hasta el momento, se desconocen mayores detalles sobre este hecho.
Las inmediaciones de varios establecimientos comerciales de La Habana han estado rodeadas desde horas tempranas del lunes por policías, militares y tropas especiales, luego de que lanzaran piedras a la tienda en moneda libremente (MLC) convertible de Línea y 12, en el Vedado, y circularan por las redes sociales convocatorias para manifestarse en contra de las tiendas en dólares.
La incertidumbre en torno a la unificación monetaria y el fuerte rechazo popular a los centros comerciales en MLC se han combinado con las manifestaciones de apoyo al Movimiento San Isidro, que alcanzaron su punto cumbre el pasado 27 de noviembre, cuando más de 200 artistas e intelectuales se plantaron en las afueras del Ministerio de Cultura para rechazar el desalojo violento al que fueron sometidos artistas, periodistas y activistas pacíficos la noche antes en Damas 955, La Habana Vieja.
Por otra parte, la persecución y represión contra vendedores ambulantes, revendedores y los llamados coleros ha aumentado a niveles preocupantes en Cuba durante los meses de pandemia.
En La Habana, los tribunales han sancionado con cárcel, decomisos y destierros por "delitos de actividades económicas ilícitas, especulación y acaparamiento, receptación y apropiación indebida", según detalló en agosto el presidente del Tribunal Provincial Popular, Yojanier Sierra Infante.
Hasta entonces, el 60% de los sancionados por acaparamiento o receptación habían sido condenados a prisión, mientras que el resto recibió multas y sanciones subsidiarias en libertad.
A los revendedores que no tenían domicilio legal en La Habana se les condenó a 4 y 5 años de destierro fuera de la capital.
En las colas de la tiendas, además de montones de personas desesperadas por comprar alimentos y artículos de primera necesidad, también es frecuente ver a policías vestidos de civil, armados y con esposas, que se cuelan entre la multitud para cazar a los revendedores de tickets o a quienes compran "productos de más".
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