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El eurodiputado Leopoldo López Gil, portavoz del Grupo Popular Europeo para los asuntos de Derechos Humanos, pidió este martes a la Unión Europea que haga algo para frenar la represión contra la sociedad civil de Cuba, y preguntó qué tiene en planes la Unión en relación con Cuba, según revela una nota del prensa del grupo parlamentario.
En una pregunta respaldada por todos los eurodiputados del Partido Popular miembros de Eurolat, López Gil se dirigió a Josep Borrell, Vicepresidente de la Comisión Europea y Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y de Seguridad Común, para saber qué medidas está tomando la Unión Europea a través de su delegación en La Habana “para defender a los disidentes y a la sociedad civil” cubana.
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López Gil recordó el “Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación UE-Cuba, que tanto incide en fomentar el diálogo con la Sociedad Civil”, y expresó su preocupación sobre las medidas que se van a tomar desde la Unión en caso de que dicho diálogo no se produzca y la represión continúe en Cuba.
Gil -quien es nacionalizado español aunque de origen venezolano- es padre del opositor Leopoldo López, quien arribó a España hace pocos meses tras escapar de la Embajada de España en Venezuela, donde permanecía recluido.
Luego del desalojo el jueves 26 de noviembre de los huelguistas concentrados en la sede del Movimiento San Isidro y tras la concentración de un numeroso grupo de personas en las inmediaciones del Ministerio de Cultura el viernes 27, se ha multiplicado en La Habana la presencia policial, reforzada incluso con la presencia de fuerzas antimotines.
El servicio jurídico independiente Cubalex manifestó este martes preocupación sobre una posible ola represiva en Cuba, y llamó a la comunidad internacional a permanecer alertas sobre los próximos acontecimientos en la isla.
Acuerdo Cuba-Unión Europea tiene una cláusula de Derechos Humanos
En julio de 2017 la Eurocámara aprobó un nuevo acuerdo de la isla con la Unión Europea que derogó la llamada "posición común", que regía las relaciones entre ambas partes desde 1996.
El acuerdo, firmado en Bruselas en diciembre de 2016 por la entonces alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, acabó con la excepcionalidad de que Cuba fuera el único país de América Latina con el que la Comunidad Europea no tenía convenios.
Sin embargo, el acuerdo incluye una cláusula de derechos humanos, que advierte que el acuerdo de cooperación se suspenderá en caso de vulnerarse las disposiciones sobre derechos humanos. Los eurodiputados advirtieron entonces al Gobierno cubano que debía alinear su política en materia de derechos humanos con los acuerdos internacionales de los que es signatario.
De igual forma, recalcaron que la persecución y reclusión de cualquiera por sus ideas o su actividad política pacífica suponía una infracción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y pidieron la liberación de toda persona encarcelada por esos motivos. Algo que es evidente que no ha ocurrido desde entonces.
La cláusula fue considerada en su momento "inaceptable" por la Asamblea Nacional de Cuba, que llegó a emitir un comunicado en el que consideraba que la resolución "tergiversa" la realidad, "sugiere recetas que Cuba no necesita", y "esgrime elementos altamente lesivos a la soberanía" de los cubanos.
Tres años después, tras el cambio de poderes de Federica Mogherini a Josep Borrell, el eurodiputado Leopoldo López Gil ha emplazado este martes a la Unión Europea a tomar una postura y decir qué va a hacer si la represión en Cuba se recrudece todavía más.
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