Una treintena de jóvenes cubanos se ha concentrado este viernes frente a la Embajada de Cuba en México para protestar por el atropello policial y el desalojo sufrido anoche en la sede del Movimiento San Isidro (MSI).
Según explicaba José Raúl Gallego en una directa desde su cuenta de Facebook, los asistentes respondieron a una convocatoria lanzada este jueves a última hora. La iniciativa surgió luego de conocerse la noticia del allanamiento sufrido en Damas 955 y la detención de todos los activistas que se encontraban en su interior.
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“Casi no hubo coordinación”, explica Gallego en el video, ante lo que se muestra sorprendido de la asistencia de tantas personas y de que siguieran llegando más. La mayoría son jóvenes universitarios que se encuentran estudiando en universidades mexicanas que, al conocer la noticia de los sucedido anoche en el barrio de San Isidro, decidieron acudir a expresar su indignación ante otro abuso más de la dictadura cubana.
La policía mexicana que custodia la sede diplomática ha sido muy atenta con los manifestantes, según dice Gallego. Incluso les han advertido de posibles respuestas violentas por porte de los funcionarios de la legación diplomática.
Al parecer, según cuenta Gallego en su directa, la policía les comunicó que en anteriores ocasiones, cuando se han organizado manifestaciones frente a la embajada, los funcionarios han salido a montar “mítines de repudio”, a poner música en altavoces e incluso han llegado a la violencia física contra los manifestantes pacíficos.
Entre los asistentes, muchos con pancartas reivindicativas que pedían la liberación del músico Denis Solís y expresaban “todos somos San Isidro”, “libertad y vida” o “abajo la dictadura”. Según Gallego, a todos los presentes les une el cansancio frente a las mismas prácticas represoras que siempre emplea el régimen. “La gente ya se cansó”, dice el joven al final de su conexión.
Este viernes también se concentró un grupo de unos treinta cubanos frente a la sede del Consulado de Cuba en Madrid para apoyar al Movimiento San Isidro y condenar el violento desalojo al que fueron sometidos en la noche del jueves en su sede de La Habana Vieja.
Desafiando el frío y la lluvia de una tarde otoñal, el grupo se mantuvo firme en su acto de protesta, durante el cual uno de los asistentes leyó un comunicado, cuyo final fue secundado por un grito unánime: “¡Todos Somos San Isidro!”.
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