La madre de uno de los huelguistas que se encuentran dentro de la sede del Movimiento San Isidro, fue acosada y amenazada por la Seguridad del Estado, con el fin de que ejerza presión sobre su hijo para que desista.
Tres agentes de la Seguridad se aparecieron en casa de la mamá de Adrián Rubio Santos en el Cotorro para que ella "haga lo que tenga que hacer para que salga de acá", según declaraciones del propio joven.
Adrián, de 18 años, es el activista más joven de los que se encuentran atrincherados en la sede del Movimiento San Isidro en la Habana Vieja, desde donde exigen la liberación del rapero Denis Solís.
El joven abandonó el Servicio Militar para apoyar la lucha por la libertad del músico y apoyar al MSI, algo que la policía política no dudó en usar para intimidar a su madre, a la que amenazaron con "aplicarle cuando él salga la ley de peligrosidad o llevarlo para Pinar del Río para que haga el servicio militar".
Los agentes le dijeron a la mamá de Adrián que su hijo estaba "metido ahora en un grupo de asesinos" y que todo lo que han estado haciendo los más de 10 activistas los últimos días, incluyendo la huelga de hambre, "es un paripé".
Además, señalaron que "todo es un invento porque estamos proclamando libertad de un preso que está cumpliendo por intento de asesinato", explicó Adrián.
Antes de irse, los represores presionaron a la madre de Adrián para que lo haga salir de San Isidro y le advirtieron que "ellos ya no tienen más nada que hablar con ella, que la próxima vez sería para presentarle una citación".
El pasado 9 de noviembre, el rapero contestatario Denis Solís fue detenido por la Policía. Dos días después, el Tribunal Provincial de La Habana lo condenó en juicio sumario a ocho meses de prisión por el supuesto delito de desacato.
A raíz de esta arbitrariedad, miembros del Movimiento San Isidro, al que el músico pertenece, comenzaron a exigir de forma pacífica su liberación, una lucha que ha devenido reclamo de libertad para toda Cuba.
Los activistas están acuartelados en la sede del MSI, donde se declararon 9 de ellos en huelga de hambre el miércoles, luego de que la Seguridad del Estado les cortara los suministros e impidiera que la vecina que los ayudaba les siguiera llevando alimentos.
Tres de ellos, Maykel Osorbo, Luis Manuel Otero Alcántara y Esteban Rodríguez están en huelga de hambre y sed.
Los activistas han asegurado que están dispuestos a morir, porque ya se cansaron de ser pisoteados y ultrajados por un gobierno dictatorial.
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