Los estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de beneficios por desempleo aumentaron de forma inesperada la semana pasada, ya que otros cierres de negocios para controlar el aumento de las infecciones por COVID-19 provocaron despidos y ralentizaron aún más la recuperación del mercado laboral.
Las solicitudes iniciales de beneficios estatales por desempleo crecieron a 742.000 en tasa desestacionalizada en la semana que terminó el 14 de noviembre, lo que se compara con las 711.000 de la semana anterior, dijo el jueves el Departamento de Trabajo.
Economistas encuestados por Reuters esperaban 707.000 pedidos en la última semana.
Los nuevos casos diarios de COVID-19 en Estados Unidos han superado los 100.000 desde principios de este mes, elevando el número de infecciones en el país a más de 11 millones, según un recuento de Reuters. Cuarenta y un de los 50 estados han reportado incrementos récord diarios de infecciones por coronavirus y 20 han registrado nuevos máximos históricos de muertes diarias relacionadas con el coronavirus.
Muchas administraciones locales han impuesto restricciones a las empresas, ante un número de muertes que supera las 250.000 desde que comenzó la pandemia en Estados Unidos. El presidente electo Joe Biden heredará la crisis de salud pública y la frágil economía cuando tome el relevo de Donald Trump el 20 de enero.
Los pedidos de subsidios por desempleo han disminuido desde el récord de 6,867 millones en marzo, ya que cerca del 80% de las personas despedidas temporalmente en marzo y abril fueron recontratadas, lo que explica la mayor parte del repunte del empleo en los últimos seis meses.
Las infecciones por coronavirus y las restricciones pesarán mucho en bares y restaurantes, así como en otros negocios del sector de servicios que atraen multitudes.
"En su mayor parte, las empresas de las industrias de servicios, como restaurantes y bares, han estado haciendo la recontratación ya que el levantamiento de las restricciones de cierre en la primavera y el verano (boreal) les permitió reabrir el negocio", dijo Bob Schwartz, economista principal de Oxford Economics en Nueva York.
"Los trabajadores que han tenido la suerte de recuperar sus empleos son los que corren más riesgo de que se les suspenda de nuevo", añadió.
El resurgimiento de los casos de COVID-19 coincide con el fin de los más de 3 billones de dólares de ayuda del gobierno a empresas y trabajadores, que contribuyeron a preservar los empleos y a levantar la economía de las profundidades de la peor recesión desde la Gran Depresión.
Los pedidos de subsidios se mantienen por encima del pico de 665.000 de la Gran Recesión de 2007-2009.
El gobierno había informado a principios de este mes que las nóminas no agrícolas aumentaron en 638.000 puestos de trabajo en octubre, la menor ganancia desde que la recuperación de puestos de trabajo comenzó en mayo.
Sólo se han recuperado 12,1 millones de los 22,2 millones de empleos perdidos en marzo y abril.
Reporte de Lucia Mutikani; editado en español por Carlos Serrano.
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