Vídeos relacionados:
René González, el espía de la red avispa, ha publicado un tuit celebrando la derrota del presidente norteamericano Donald Trump.
“Bye bye Mr. DonaldTrump. Gracias por recordarnos que aún seguimos enfrentando el mismo imperio perverso de siempre, y su capacidad de sacar a relucir lo peor de las peores personas. Otro más que se va y #Cuba invicta. ¡Salud!”, ha escrito en su cuenta de Twitter.
Lo más leído hoy:
El texto va acompañado de una foto en la que se ve al espía González con su mujer, Olga Salanueva, en una habitación brindando con dos mojitos en la mano, sonrientes y felices por el resultado electoral en Estados Unidos.
La escena resulta grotesca. No solo se aprecia a dos privilegiados festejando el resultado de unas elecciones libres, celebradas en un sistema democrático y un estado de derecho. Sino que lo hacen desde su condición de ciudadanos sin derechos y sin libertad.
González y compañía pertenecen a esa casta de privilegiados del régimen cubano que se han dedicado a comentar los resultados de unas elecciones libres, sin percatarse del ridículo que hacen y el desprecio que generan sus observaciones.
Las redes están llenas de mensajes de cubanos que contestan a los voceros y funcionarios del régimen, haciéndoles ver la gran contradicción que supone que opinen sobre la libertad de elegir que tienen los estadounidenses, y que no gozan los ciudadanos de la isla.
Para mayor gloria de este privilegiado, que volvió con todos sus dientes de la prisión en Estados Unidos –al contrario del subcontratista Alan Gross, encarcelado por el régimen- en la foto que comparte en su tuit, puede verse la vida que se da como héroe de la patria.
Sin saber si la escena transcurre en su casa u otro sitio, lo que sí es evidente es que no sucede en casa de un cubano promedio. El aire acondicionado, los mojitos y la cava de puros no son objetos que se encuentren fácilmente en los hogares de la isla.
La redacción de los mensajes revolucionarios en tiempos de continuidad está en franca decadencia. La presencia en redes de semejantes funcionarios del régimen hace innecesario cualquier meme. La realidad supera la ficción.
“Gracias por recordarnos que aún seguimos enfrentando el mismo imperio perverso de siempre”, dice González, quien parece que, entre mojitos, puros habanos y aire acondicionado, se le ha olvidado que está todavía en la trinchera. Las batallas de las ideas no parece su fuerte.
¿Se le habrá olvidado quién es el enemigo? La mente de los espías sufre un desgaste enorme y es común que, luego de desactivados, anden como perdidos en la realidad. González, hombre de acción, se ha dedicado a llamar “gentuza” a unos e “infeliz” a su hija, por vivir en Cuba.
El espía de la “Cuba invicta” haría bien en seguir disfrutando de sus privilegios sin aparecer en redes sociales. Ya que sabemos que nunca va a decir lo que piensa, que nos ahorre el aburrimiento de verlo repetir las consignas y discursos que ha memorizado.
Archivado en:
Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.