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El popular restaurante y bar Ball and Chain, de la Pequeña Habana, fue cerrado el martes de manera indefinida por las autoridades de Mami, que le suspendieron su certificado de ocupación y revocaron el de uso, por irregularidades detectadas en los permisos de operación del local.
“Ball Ball Chain ha sido un básico de la comunidad de Little Havana en Calle Ocho, pero debido a la ciudad de Miami y su objetivo incesante se ha cerrado nuestro negocio”, denunció la entidad en su muro de Facebook.
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Según una carta de la ciudad a la que tuvo acceso Univisión Noticias 23, el certificado de ocupación del restaurante tenía información incompleta, engañosa y/o errónea, sobre los requisitos de seguridad contra incendios y la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés).
“Está teniendo un patio de pachanga cada noche, con música altísima y sin permiso de la ciudad para ni siquiera vender una croqueta o una arepa, y además no podía vender alcohol en ese patio”, dijo el comisionado Joe Carollo.
Carollo criticó el papel de los inspectores de la ciudad, a quienes cuestionó porque durante casi seis años no se dieron cuenta de lo que sucedía.
Al respecto Bill Fuller, uno de los propietarios del negocio, acusó a Carollo de tener un problema con la Calle Ocho, al punto de que hace un tiempo presentó una demanda contra el comisionado por esa supuesta persecución.
Fuller recalcó que a él si le aprobaron los permisos y acusó al personal de los departamentos miamenses de haberlo “timado”.
Por el momento, los más afectados con el cierre del bar son sus alrededor de 120 trabajadores, quienes acaban de perder su empleo.
“Joe Carollo es corrupto, es una cucaracha de la Pequeña Habana”, dijo el empresario a Telemundo 51.
“Nosotros no tenemos violaciones, la cosa aquí es personal con Joe Carollo, porque yo lo tengo metido en la corte federal”, añadió.
“¿Cómo es posible que una ciudad que te da permisos, que te revisa los planes, que te acepta tu dinero para pagar, puede llegar ahora y decir que no tiene los planes correctos?”, precisó.
Por otra parte, el administrador de la ciudad, Art Noriega, emitió una declaración en la que culpa a los dueños de Ball and Chain de haber violado regulaciones con anterioridad.
“Nuestras acciones se tomaron para garantizar la seguridad de la vida. Si bien la Ciudad simpatiza con los empleados y clientes de Ball and Chain y otras empresas locales durante estos tiempos difíciles, nuestro deber principal sigue siendo proteger la seguridad de nuestros residentes”, subrayó.
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