El disidente cubano José Díaz Silva, líder del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR), fue detenido y amenazado con ir a prisión si continúa su lucha por la democracia.
El jueves, al salir de su casa, Díaz Silva fue interceptado por oficiales de la policía y miembros de la Seguridad del Estado, quienes sin presentar documento legal alguno lo obligaron a entrar al carro patrulla 668 y lo llevaron a la unidad policial de Santiago de las Vegas, en Boyeros, La Habana.
“El represor a cargo se hace llamar Yonatan y es el culpable de muchísimas torturas y detenciones contra nuestros miembros”, reveló el activista a la agencia independiente CubaNet tras ser liberado.
“Me amenazaron con que me llevarían de nuevo a prisión, que a partir de ahora iba a comenzar un enfrentamiento directo contra nosotros”, añadió.
Díaz Silva fue dejado en libertad el mismo día de su arresto. Lo interrogaron durante casi tres horas y, antes de liberarlo, le confiscaron su teléfono celular, sin darle ninguna justificación legal para ello.
“Me recordaron la investigación que supuestamente están haciendo sobre el falso delito que me quieren fabricar. Ya ellos –el régimen- han visto que no pueden conmigo, que mi compromiso es firme, que sigo de pie, por eso decidieron arremeter contra mi gente, contra los más indefensos y aumentar los encarcelamientos, pero que les quede claro, no están ni estarán nunca solos”, dijo el opositor, quien también es ejecutivo del Frente de Resistencia OZT.
Díaz Silva ha sido detenido de forma arbitraria varias veces, y su vivienda allanada en más de una ocasión. Por su activismo político fue a la cárcel en 1981, 2004 y 2009, en las dos últimas ocasiones junto a sus hijos, quienes comparten los ideales de su padre.
En junio pasado, denunció en sus redes sociales que, tras ser arrestado, la policía lo dejó encerrado durante horas dentro de una patrulla estacionada bajo el sol, una acción que calificó de “tortura”.
“Tenerte dentro de una patrulla bajo el sol y ponerte las esposas de hierro apretadas hasta el hueso, el que lo ha sufrido sabe lo negro que es esta tortura. Y sin cometer delito alguno, solo por ser defensor de los derechos humanos”, expresó entonces en su muro de Facebook.
“Trancado dentro de la patrulla, cuando ese zinc se calienta y todo el plástico que son los asientos y una plancha que divide los asientos de alante con los de atrás, es negro lo que se vive. Cuando te sueltan te duele todo el cuerpo y los dolores de cabeza son para morirse”, añadió en un segundo post.
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