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Tras cuatro años del paso del huracán Mathew por la ciudad de Baracoa, habitantes de esa localidad del extremo oriental de Cuba continúan a la espera de la ayuda prometida por el gobierno para reparar sus viviendas.
En declaraciones al portal independiente Cubanet, varios afectados por el fenómeno climatológico que arrasó con ese territorio guantanamero en 2016 afirmaron que solo les han vendido algunas tejas y el salario que ganan es insuficiente para costear una reparación.
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Eliades Ramos Azahares cuenta que tras el paso del ciclón su casa fue declarada con derrumbe total de techo. Sin embargo, el gobierno solo le vendió 22 tejas en 1600 pesos cubanos (unos $ 64 dólares). No le han dado nada más.
"Aquí no hay donde quejarse, tú vas a reclamar y es un peloteo" afirmó Ramos Azahares, quien no ha recibido nunca la visita de un trabajador social ni puede pagar los precios de los materiales de construcción en el mercado negro.
"Aquí compra el que puede, el que no puede no compra. (...) Aquí un días comes pollo y el resto, vianda con grasa", explicó.
En igual situación está Yoelvis Furón Hernández, quien vive en una pequeña casa de madera y guano, y aunque el gobierno acordó reponerle el techo todavía esta ayuda no ha llegado.
"Dicen que no hay cemento y por la calle el saco está a 10 dólares", lamentó.
Cuenta este hombre que tiene tres hijos y gana 600 pesos (24 dólares) al mes, lo cual no alcanza para mantener a su familia, mucho menos para mejorar las condiciones de su vivienda.
"Al mes no me da para mis tres hijos. Una libra de carne está a 80 pesos y un pomo de aceite a 100 pesos", relató.
Por su parte, Rosalina Legrá Carcasés fue una de las más de 35 000 personas evacuadas en Baracoa en 2016, y afirma que cuando regresó a su casa tras el paso del huracán lo había perdido todo.
Como no tenían la propiedad del inmueble el gobierno le negó el subsidio para poder arreglar la casa, detalló Cubanet.
Cuenta la mujer que entonces se acogieron a un "módulo de montaña" a través del cual pudieron comprar 20 tejas, 20 sacos de cemento, clavos grandes para techo, una puerta trasera y una parte de los cables para restablecer la electricidad.
Les prometieron un fregadero, tanques pero nunca han podido adquirirlos. Cuenta Legrá Carcasés que por esfuerzo propio y comprando los materiales de construcción a elevados precios pudieron arreglar la vivienda.
En 2018, el Gobierno cubano solo había logrado reconstruir 945 viviendas de las 3 529 destruidas de forma total en 2016 por Matthew.
En esa ocasión, las autoridades advirtieron que el fondo habitacional de Baracoa no se recuperaría hasta dentro de otros 5 años, y solo “en caso de que no pasen catástrofes similares”.
El pasado 23 de agosto la situación se agravó con el paso de la tormenta tropical Laura, que dañó más casas cercanas al malecón baracoense.
El déficit habitacional en Guantánamo es de 162 mil 753 viviendas, según datos oficiales del Ministerio de la Construcción del 2018.
Un plan desarrollado por esa entidad hasta el 2028 indicaba que se solucionaría el problema de esas familias, así como de otras 77 mil 937 cuyas casas están calificadas de regular o mal, casi el 50 por ciento del fondo habitacional de la provincia.
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