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Once días después de anunciar que había contraído el coronavirus, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a su campaña electoral con un mitin masivo en Sanford, Florida, donde ha presumido de su rápida recuperación y ha ofrecido incluso besos "para chicos y mujeres guapas".
Horas antes, su médico personal en la Casa Blanca, Sean Conley, informaba de que el presidente ha dado negativo a la prueba del coronavirus “varios días consecutivos”.
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“¡Os daría un enorme beso a todos!”, ha proclamado Trump ante miles de personas. “Lo bueno es que lo he superado [el virus]. Ahora dicen que soy inmune. Me siento tan potente… Me acercaría a la audiencia y os besaría a todos. ¡Besaría a los hombres y a las mujeres guapas, a todos! ¡Os daría un enorme beso a todos!”, ha dicho el presidente.
“¡Te queremos, te queremos!”, han respondido a coro los participantes en el mitin.
Padecer la enfermedad solo ha reforzado la actitud de Trump hacia la COVID-19. El presidente y algunos de sus partidarios se negaron hace meses a promover el uso de la mascarilla, una prenda que se ha convertido en símbolo de la extrema polarización de la sociedad estadounidense. Luego, la declararon "patriótica". “No podemos encerrarnos en el sótano. Es algo arriesgado pero hay que salir, te da una sensación muy buena cuando puedes superar algo y te dicen que eres inmune, no sé porqué tanto tiempo”, se justificó el presidente.
El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, también asistió al mitin del lunes y fue visto sin mascarilla, dando palmadas a la multitud.
Como ya anunciara la semana pasada cuando salió del hospital militar "Walter Reed", Trump ha anunciado que ordenará distribuir a todos los pacientes con coronavirus "lo que sea" que le suministraron cuando estuvo ingresado.
"Vamos a coger lo que sea que me dieron y distribuirlo entre los hospitales, todos van a tener esa misma maldita cosa", ha dicho el presidente Trump ante una enfervorecida multitud.
Más de 215.000 estadounidenses han muerto como consecuencia de la pandemia, una mortalidad 2,5 veces superior a la de Canadá.
Trump se encuentra a la defensiva en estados que hasta hace poco los demócratas daban por seguros, como Iowa u Ohio, donde ayer Biden hizo campaña. El exvicepresidente ha reivindicado cómo se puso del lado de la industria automovilística durante la Gran Recesión y acusado a Trump de fallar a los trabajadores. “Os ha dejado tirados”, ha asegurado Biden en un discurso de tintes populistas en Toledo (Ohio).
Del otro bando, los ataques de Trump contra su rival demócrata han sido muy similares a los que lanzó durante el criticado cara a cara que mantuvieron ambos y en el que las propuestas dejaron paso a las descalificaciones y los vituperios.
"He hecho más en 47 meses que Biden en 47 años", ha dicho el presidente, quien ha vuelto a acusar a Biden de querer imponer la agenda de la extrema izquierda, destruir la economía y la seguridad nacional, y atacar a la Policía, todo ello, ha dicho, influenciado por el ala más progresista del Partido Demócrata.
Trump tampoco ha querido pasar la oportunidad de complacer a la comunidad cubanoamericana y ha asegurado que Biden pretende convertir a EEUU en la "Cuba comunista" o en la "Venezuela socialista".
“En 22 días vamos a ganar Florida y vamos a ganar cuatro años más en la Casa Blanca”, ha proclamado el presidente, que esta semana tiene previstos tres mítines más en Pensilvania y Iowa.
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