Los vecinos del edificio de la calle Aguacate número 478, en La Habana Vieja, continúan durmiendo en los pasillos de la Dirección Municipal de la Vivienda a la espera de que terminen el edificio donde se supone los ubiquen de manera definitiva.
A la par de los servicios que brinda esa oficina estatal, niños, mujeres, hombres y ancianos llevan su vida, como pueden, en condiciones infrahumanas, con limitaciones higiénicas, sin privacidad y con el estrés que conlleva esta situación.
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Varios de ellos decidieron arriesgar sus vidas retornando a la vetusta edificación porque en el albergue temporal no tienen baño donde asearse, les llevan la comida a cualquier hora del día y dormir se ha vuelto imposible entre el calor y los mosquitos, contaron a CiberCuba los propios vecinos.
En los últimos días han tenido varias reuniones con la directora de la Vivienda en La Habana Vieja y con funcionarios del Partido y el Gobierno en la capital.
"Primero nos dijeron que en Vivienda nos estaban ocultando información. Nos hicieron un cuestionario y quedaron en darnos una respuesta, pero eso nunca pasó", contó uno de los vecinos que lleva ya casi un mes en esas condiciones.
Los evacuados saben que podrán tener en un futuro un nuevo hogar, pero lo que no saben es cuándo.
"La directora de Vivienda en La Habana Vieja nos dijo que le daba mucha pena con nosotros, pero cada vez que llamaba a la provincia le decían que teníamos las viviendas asignadas, pero que tenemos que esperar a que terminen de hacer el edificio", dijo una de las mujeres.
"Imagínate tú, que ese edificio solamente está levantado, sin puertas ni ventanas y no tiene ni una sola instalación hecha, ni de agua ni de corriente", agregó.
CiberCuba llamó a la Dirección Provincial de la Vivienda y respondió un funcionario que no se identificó y que trabaja en el Departamento de Atención a la Población. Al preguntarle sobre este caso, dijo que desde esa instancia no tienen ningún poder de decisión, que eso compete sólo a la Dirección Municipal.
Enviamos mensajes e intentamos llamar a esa oficina, pero hasta el momento de redactar esta nota no habíamos recibido ninguna respuesta.
En un trabajo anterior, este medio de prensa contó la situación que viven estos cubanos, quienes no tuvieron otra opción que salir del edificio en peligro de derrumbe e instalarse en estas oficinas. No solo hay carencia de agua potable para bañarse, sino que algunos deben dormir en el suelo porque nunca les llevaron hasta el albergue improvisado todas sus pertenencias.
Algunos decidieron arriesgarse y quedarse en el solar para custodiar sus propiedades, e incluso un señor mayor de edad tuvo que quedarse porque en la Dirección Municipal de la Vivienda los baños son en la segunda planta y no puede subir y bajar escaleras.
Los vecinos insisten en que la situación es desesperante para todos ellos y que afecta a niños y adultos por igual y se sienten desamparados por parte de las autoridades que deben velar por su bienestar.
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