Con otra épica actuación de su estrella Jimmy Butler, los Miami Heat derrotaron en un último minuto de infarto a Los Angeles Lakers por 111 a 108 y evitaron que el equipo de LeBron James se proclamara campeón este viernes, en el quinto partido de las Finales de la NBA.
Con 109-108 en el marcador, los Lakers tuvieron la última posesión para ganar el juego y conquistar el anillo, pero Danny Green erró un triple y Markieff Morris, que tomó el rebote ofensivo, mandó un pase fuera.
Butler, con 35 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias, salió victorioso de un antológico duelo con LeBron James (40 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias) que, en la posesión que podría haber cimentado su legado, decidió delegar el tiro para el título en Green.
El veterano alero falló un triple en solitario desde el centro de la línea de perímetro y, a pesar de que los Lakers cogieron el rebote ofensivo, un pase a la nada de Morris acabó con las esperanzas de los Lakers, que deberán sufrir otro intento de unos Heat meritorios e incansables el próximo lunes.
Los Lakers, que siguen con ventaja 3-2 en la serie, tendrán una nueva oportunidad para lograr el campeonato en el sexto juego del domingo en Disney World. El equipo de Los Angeles salió a la duela portando el llamado "Mamba Jersey" con la misión de coronarse y rendir homenaje a Kobe Bryant, jugador y leyenda angelina que falleció en enero en un accidente de helicóptero.
Con esa indumentaria estaban invictos en la postemporada, pero los Heat volvieron a demostrar que no es una camiseta lo que importa, como dejó claro su entrenador Erik Spoelstra en la previa.
En un partido desesperado, que se disputó hasta el último aliento, el toma y daca entre Butler y LeBron fue una exhibición sobresaliente que para algunos deberá ser incluida bajo la etiqueta "mejores de la historia".
Cada canasta de Butler, y cada escapada de Miami en el marcador, encontró respuesta en las manos de LeBron, resuelto a marcharse tras celebrar una cuarta corona que no llegó a pesar de sus 40 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias y 3 robos de balón. “Hay que vivir con ello”, dijo tras el partido, sin poder ocultar su malestar.
En el peor momento del Miami, apareció un pletórico Duncan Robinson, que igualó la tercera marca triplista en unas Finales con una serie de 7 de 13 para un total de 26 puntos que contribuyeron a la supervivencia de los Heat. El jovencísimo Tyler Herro, regular en el encuentro con 12 puntos, selló el triunfo con dos tiros libres a 1,6 segundos de la conclusión.
Una vez más, Bam Adebayo estuvo medio apagado, quizás aquejado por el tirón en el cuello y otras molestias que todavía arrastra. El joven pívot sumó 13 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias y dio señales de vida en el tramo final del tercer cuarto, del que Miami salió liderando por 82-88 gracias también a la contribución de un Kendrick Nunn muy activo: 14 puntos.
“Jugamos duro, nos hemos mantenido firmes, hemos aguantado todos sus golpes”, resumió Butler, dejando claro una condición de superestrella, afianzada en esta trepidante final.
Esta semana, el alero también fue la figura clave de un juego que muchos daban por perdido, tras la bajas por lesión de los titulares Bam Adebayo y Goran Dragic.
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