El presidente Donald Trump fue trasladado este viernes al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en el área de Washington, para someterse a tratamiento médico contra el coronavirus durante varios días.
Poco después de las 5:30 p.m. del viernes, el helicóptero militar Marine One se posicionó en los jardines de la Casa Blanca para proceder al traslado del presidente hacia el hospital militar, ubicado en Bethesda, Maryland.
Alrededor de las 6:15 p.m. Trump salió caminando de la mansión presidencial, con una mascarilla negra y rodeado del personal de seguridad, para abordar la aeronave.
"Por precaución y por recomendación de su médico y expertos médicos, el Presidente trabajará desde las oficinas presidenciales en el Walter Reed durante los próximos días. El presidente Trump aprecia el gran apoyo tanto para él como para la Primera Dama", indicó una declaración de la Casa Blanca.
El Centro Médico Walter Reed es el principal hospital militar de Estados Unidos y cuenta con una sección especial para la atención al presidente, que incluye oficinas para su trabajo en condiciones de cuidados de salud.
Antes de abandonar el recinto presidencial, Trump grabó un mensaje agradeciendo a todas las personas que se han preocupado por su salud. El mensaje fue publicado en su cuenta de Twitter minutos después.
"Agradezco a todos por el tremendo apoyo y creo que estoy bien pero iré al hospital Walter Reed para asegurarme de que todo está bien", expresó Trump en el video.
En una declaración, el médico del presidente dijo que "permanece de buen humor, tiene síntomas leves, y ha estado trabajando durante todo el día".
Trump ha tenido fiebre y fatiga desde el viernes por la mañana, aunque estos factores son considerados como "síntomas leves", de acuerdo con el parte médico. Otros reportes extraoficiales indican que el presidente tiene, además, tos y molestias en la garganta, aunque se desconoce si presenta síntomas de deficiencia respiratoria.
"Está siendo evaluado por un equipo de expertos, y juntos haremos recomendaciones al Presidente y a la Primera Dama en cuanto a los siguientes pasos a seguir", escribió el Comandante de la Marina, doctor Sean P. Conley.
Trump recibió un cóctel experimental de anticuerpos policlonales Regeneron y había estado tomando zinc, vitamina D, famotidina, melatonina y una aspirina diaria. El cóctel de 8 gramos de Regeneron es una terapia que pudiera disminuir la carga viral del COVID-19, aunque no hay ninguna certeza científica sobre su efectividad.
Con 74 años y sobrepeso, Trump se encuentra en una zona de máximo riesgo para enfrentar el coronavirus y de sufrir complicaciones de gravedad.
"Dados los riesgos potenciales y los síntomas 'leves' del Presidente, la relación riesgo-beneficio aquí normalmente se inclinaría hacia una droga no probada. El hecho de que sus médicos le dieron el cóctel y que Trump está siendo trasladado a Walter Reed sugiere que no conocemos el cuadro completo", dijo el doctor Charles Holmes, director del Centro de Innovación en Salud Global, en Washington.
Holmes explicó que cuando un paciente es hospitalizado, el manejo de COVID-19 cambia en comparación con aquellos que están lo suficientemente bien como para permanecer en casa. "Si el Presidente requiere oxígeno suplementario en el Walter Reed, la mayoría de las pautas sugieren comenzar con Remdesivir y Dexametasona", sugirió el médico, que laboró en el Departamento de Estado como coordinador de programas de ayuda global contra epidemias.
El memorando de la Casa Blanca también indicó que la Primera Dama Melania Trump se mantiene bien, con solo una leve tos y dolor de cabeza, y el resto de la primera familia está bien y han dado negativo a la prueba de COVID-19.
La pareja presidencial anunció la madrugada de este viernes que había dado positivo al coronavirus y que comenzaría de inmediato un período de cuarentena para buscar la recuperación de la enfermedad. El probable contagio de ambos provino del contacto con Hope Hicks, asistente principal del presidente.
Hicks viajó con Trump en la comitiva de la campaña electoral que asistió al debate con el candidato demócrata Joe Biden, el pasado martes. En el grupo que abordó el Marine One rumbo a Cleveland, ninguno estaba usando máscara de protección.
La enfermedad de Trump ha puesto en vilo a la nación americana y la opinión pública internacional, apenas a 31 días de la elección presidencial del 3 de noviembre.
De hecho, todas las actividades de campaña del presidente han quedado suspendidas por el momento y parece poco probable que el segundo debate pueda realizarse el 15 de octubre en Miami, como estaba fijado.
El vicepresidente Mike Pence, su esposa y otros miembros del gabinete gubernamental dieron negativos al coronavirus. Pence pudiera asumir algunos actos de campaña que estaban planificados.
Las elecciones podrían incluso llegar a suspenderse por primera vez en la historia de Estados Unidos, aunque sería una opción remota.
La Constitución de Estados Unidos le da al Congreso la potestad de determinar la fecha de la elección, pero seguramente la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, se opondría a retrasarla.
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