Luis Enrique González Batista y su esposa, vecinos del municipio Jesús Menéndez, Las Tunas, esperan desde hace doce años por una respuesta de las autoridades locales para arreglar su casa, afectada tras el paso del huracán Ike (2008).
La empresa forestal del municipio le cobró más de dos mil 500 pesos por unos cortes de madera que serían utilizados para la reparación del domicilio, pero el director de esa entidad estatal le dijo a González Batista que no había madera y que no le podía devolver el dinero, aseguró a CiberCuba.
Lo más leído hoy:
En un video al que tuvo acceso esta redacción se puede apreciar cómo él ha tapado los huecos de las paredes de su vivienda con cartones y ha cubierto el techo con pedazos de tejas. Se puede ver también en la pésima situación que vive.
"Estas son las condiciones que tiene mi casa, un desastre total. Me han prometido mil dos cosas y nunca en la vida me han dado nada", asegura.
Aunque le habrían asignado un local para que edificara su casa, finalmente se lo dieron a la directora de Comercio, que a su vez es la esposa del jefe de la Seguridad del Estado en el municipio, Rafael Oliva, contó a CiberCuba el opositor cubano Manuel Áreas Díaz.
Este medio intentó comunicarse con la Empresa forestal del municipio tunero y con la Dirección Provincial de la Vivienda pero hasta el momento de redactar esta nota no se habían obtenido respuestas de nuestros mensajes y llamadas telefónicas.
La situación de Luis Enrique González Batista no es única. En Cuba existen más de 209 mil 800 viviendas afectadas por ciclones, de las cuales más de 60 mil son derrumbes totales, según datos oficiales del Ministerio de la Construcción del 2018.
Las Tunas tiene un déficit habitacional de unas 44 mil 500 viviendas y de todas las que hay en la provincia el 32 por ciento se encuentra en un estado regular o malo. El Gobierno planificó un programa que pretende construir hasta el 2028 en esa provincia unas 27 mil 170 por esfuerzo propio y con ayuda del Estado.
Una anciana de 89 años y con una pierna amputada, residente también en Jesús Menéndez, vive rodeada de aguas albañales luego que se rompiera una tubería.
En Guantánamo un joven y su familia viven en pésimas condiciones desde que el ciclón Mathew (2016) destruyera su domicilio y los obligara a vivir en apenas 12 metros cuadrados y con el peligro de que la vivienda de madera se venga abajo.
Archivado en: