El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel anunció este jueves que un grupo nacional de expertos y de dirección evalúa en estos momentos cómo "rediseñar el funcionamiento del país" una vez que pase la pandemia del coronavirus y la Isla vuelva a la nueva normalidad. La etapa por venir, en su opinión, hay que encararla "con realismo para retomar la actividad económica y social".
No avanzó, Díaz-Canel, sin embargo, quiénes componen ese grupo de expertos ni en qué temas trabajan. Sólo adelantó que entrarán en acción cuando se aplane la curva de la pandemia, ahora en forma de meseta.
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En cuanto llegue ese momento, el Gobierno, según dijo, se centrará en la reactivación de la economía, especialmente de la agricultura y de la vida social, haciendo hincapié en la continuidad del curso escolar.
El sucesor de Raúl Castro hizo estas declaraciones durante un encuentro con representantes de todas las provincias del país, a los que pidió que no den "espacio al desánimo" y les dijo que deben "tener la seguridad" de que esta batalla (no dijo contra quién, pero por el contexto se supone que es contra la COVID-19) "también" la van a ganar.
El gobernante cubano estuvo acompañado en su reunión con altos cargos provinciales por su vicepresidente Salvador Mesa, el primer ministro Manuel Marrero y el viceprimer ministro Ramiro Valdés, que hace 15 días hizo un llamamiento a los cubanos y a las empresas locales para rebajar el consumo de energía eléctrica. La Isla ha batido récords de gasto de luz por el confinamiento y las altas temperaturas registradas en el mes de agosto.
El anuncio de que un grupo de expertos cubanos trabaja en el rediseño del funcionamiento del país llega en medio de los rumores desmentidos por el Banco Central de Cuba sobre una unificación monetaria aplazada durante años.
También, acompañado del empoderamiento del dólar en la Isla, desde que ser abrieron las tiendas MLC, en las que se pueden comprar productos que escasean en el país a precios que dejan mal parado el salario mensual (879 pesos) de los cubanos.
En abril pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) pronosticó que la economía cubana caería un 3,7 por ciento en 2020, debido a los efectos globales de la pandemia del coronavirus.
Se trata de una estimación que suena bastante conservadora si se tiene en cuenta que, como ha publicado La Vanguardia, entre abril y julio el PIB de la zona euro tuvo un hundimiento histórico del 12,1 por ciento. A eso hay que sumarle la contracción del 3,6 por ciento registrado en la eurozona en el primer trimestre de 2020.
Ante la caída en picado del turismo por el cierre de fronteras y el coronavirus, el Gobierno cubano reconoció esta semana que las misiones médicas desplazadas a 59 países constituyen una de sus principales fuentes de ingreso. Sólo en 2018, por esta vía entraron a las arcas del país 6.400 millones de pesos, en concepto de Servicios de Explotación Sociales y de Salud.
Sin embargo, ese ingreso empieza a estar amenazado por la sospecha de que los profesionales de la Salud cubanos que participan en esa brigadas están siendo sometidos a condiciones laborales que la ONU amenaza con catalogar como "trabajo forzoso".
Así, por ejemplo, Guatemala tienen en estos momentos un debate interno que ha llegado a la Corte Constitucional de este país y que pide frenar la renovación del contrato con las brigadas médicas cubanas.
En Brasil, el Gobierno de Jair Bolsonaro ha acordado investigar las violaciones contra médicos cubanos y en Estados Unidos un grupo de senadores republicanos presentó en junio un proyecto de ley para sancionar a países que contraten los servicios de las misiones médicas cubanas.
En medio de este panorama, con la isla plagada de colas y los problemas con el suministro de petróleo los expertos cubanos están llamados a "rediseñar el nuevo funcionamiento del país".
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