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Rusia comunicó que todos los voluntarios que recibieron la nueva vacuna experimental contra el coronavirus desarrollada por el Instituto Gamaleya con sede en Moscú, demuestran inmunidad al patógeno que causa la enfermedad.
“En el hospital militar clínico Burdenko el 3 de agosto ha tenido lugar la revisión médica final de los voluntarios que participaron en las pruebas clínicas de la vacuna contra el coronavirus covid-19, llevadas a cabo por el Ministerio de Defensa junto con el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya”, informó el lunes el organismo de Defensa.
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Previamente, las autoridades rusas habían anunciado que esperan probar, de manera masiva en octubre próximo, el producto de Gamaleya, indicando que los trabajadores médicos y los maestros tendrían prioridad.
De momento, los voluntarios que recibieron la vacuna regresaron a la institución médica militar donde se habían llevado a cabo los ensayos, al cumplirse el día 42 desde la inyección, para someterse a una revisión exhaustiva, tal y como establece el protocolo del experimento.
Según el Ministerio de Defensa, no se ha registrado ningún efecto adverso tras la inoculación. “Los resultados de las revisiones han demostrado con claridad la existencia de una evidente respuesta inmunológica obtenida como producto de la vacunación”, aseguran, de acuerdo con Russia Today.
El ministro de Salud de Rusia, Mijaíl Murashko, dijo sobre la vacunación masiva que se está preparando el paquete de documentos necesarios para registrar el medicamento, luego de completar la fase de ensayos clínicos del mismo. “Habrá más observaciones de pacientes vacunados”, explicó.
Murashko expuso igualmente que otra vacuna, desarrollada por el Centro Estatal de Investigación en Virología y Biotecnología Véktor en Novosibirsk, estaba siendo sometida a ensayos clínicos. Asimismo, precisó que en el país hay 17 organizaciones científicas desarrollando más de 25 vacunas distintas contra el nuevo coronavirus.
Algunos expertos creen que Rusia podría estarse precipitando, ya que, a diferencia de otros países, la nación euroasiática no ha publicado los resultados de los ensayos. Sin embargo, la salida de la vacuna del Instituto Gamaleya estaba anunciada ya para el mes de agosto.
“Es un momento como del Sputnik. Los estadounidenses se sorprendieron cuando escucharon los pitidos del Sputnik. Es lo mismo con esta vacuna. Rusia habrá llegado primero”, aseveró Kirill Dmitriev, director del fondo de riqueza soberana de Rusia, haciendo referencia al primer satélite enviado al espacio en 1957 por la extinta Unión Soviética que ganó en ese momento la carrera sideral a EE.UU.
Las autoridades sanitarias rusas también esperan que dos vacunas más estén listas pronto para comenzar pruebas en voluntarios. De esa forma, Rusia espera convertirse en el primer país del mundo en tener una vacuna contra la Covid-19 aprobada.
En circunstancias normales, las vacunas tardan años en desarrollarse y probarse adecuadamente, pero, ante las urgencias por la pandemia, muchas naciones y compañías farmacéuticas han afirmado que un producto seguro podría fabricarse en 18 meses o menos.
Denís Logunov, vicedirector del Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, explicó que la vacuna de Gamaleya se creó en solo dos semanas porque ya tenían un fármaco contra el MERS, el virus que estuvo entre los años 2012 y 2013, y que es del mismo género del SARS-CoV-2.
“Cuando apareció otro coronavirus, hermano cercano del mismo grupo de los betacoronavirus, no tuvimos ninguna duda de qué y cómo hacer. Fue un copiar y pegar”, dijo Logunov, y agregó que “para finales de 2020, nuestro centro debe alcanzar capacidad para millones de inoculaciones por año”.
A escala mundial, Rusia es el cuarto país con más casos confirmados de coronavirus, al registrar 854 641 contagiados, si bien el número de muertes (14 183) es bastante inferior que el de naciones con cantidad de infectados similares o, incluso, con menores volúmenes de personas enfermas. En el tratamiento del virus, las autoridades rusas han probado otros medicamentos presuntamente efectivos, como el antiviral Avifavir.
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