Un operativo policial efectuado en el municipio Segundo Frente, en Santiago de Cuba, concluyó con el decomiso de una cantidad importante de café en la casa de un residente de la zona, que según las autoridades acaparaba y procesaba para después revender en el mercado negro.
Según el reportaje mostrado en el Noticiero Nacional de la Televisión, la operación permitió requisar 96 bultos de café limpio, tres equipos rústicos para el despulpe del grano, tres balones de gas licuado así como accesorios empleados en la construcción de molinos.
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Aunque en este tipo de noticias la policía no acostumbra a dar a los medios el nombre de las personas que son detenidas, en esta ocasión sí se identificó al propietario de las mercancías decomisada, el cual se llama Marcial Mojena Peña, quien aseguró ser un productor de la zona.
El mayor Luis Alberto Argote Mayet, jefe de grupo de la policía en el municipio, explicó que Mojena Peña se estaba dedicando a comprar grandes volúmenes del grano para luego venderlo en el mercado negro.
Por ello, además del café le encontraron en su domicilio varios objetos dedicados a la actividad de procesamiento artesanal del grano.
De acuerdo al periodista que realizó el reportaje, en reiteras ocasiones el cumplimiento del plan de entrega de café se ha visto afectado, debido a que no siempre se da la información real del estimado de los productores, lo cual “al final da margen a hechos como este”, recalcó.
Cuba no es capaz de producir las 24 mil toneladas de café que cada año se demanda para su consumo interno. El producto, de alta demanda entre los cubanos, desapareció de la red de comercio interno antes de la pandemia de coronavirus, lo cual obliga a los consumidores a comprarlo únicamente en divisas o a recurrir al mercado informal.
Actualmente existen en el país unas 2.300 hectáreas de la planta distribuidas en más de ocho provincias, una cifra que se pretende aumentar hasta las 10.000 hectáreas para el lejano año 2030.
A comienzos de junio pasado la policía de Holguín decomisó más de 1600 kilogramos de café en grano a ocho ciudadanos que los transportaban en cuatro autos de turismo rentados.
Los vehículos se alquilaron en los municipios Cueto, Báguano y Cacocum y en dos de ellos se encontraron 72 sacos de café.
Los detenidos, cinco de ellos con antecedentes penales, habían falsificado las matrículas para poder circular, burlando así limitaciones al tráfico impuestas por las autoridades por la emergencia sanitaria causada por el coronavirus.
Cambiaron letras y números y colocaron un cartel en el parabrisas que les permitía tener libre circulación y que indicaba estar al servicio del centro de aislamiento de la provincia.
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