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Una joven cubana, madre de una bebé de cinco meses y residente en una ruinosa vivienda del municipio Diez de Octubre, en La Habana, ha pedido ayuda para reconstruir la casa y poder darle mejor vida a su hija.
“No tengo dinero para construir, no tengo dinero para nada”, ha dicho Zulma Hernández Núñez, quien precisó que hace unos días se derrumbó parte del techo de la vivienda, y que además se encuentra en muy mal estado la barbacoa del inmueble.
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“Estoy haciendo todo lo posible para ser una buena madre”, ha dicho entre lágrimas la joven, en declaraciones al Paparazzi Cubano.
Zulma dice que tiene miedo de estar de un lado para otro con la niña en brazos en medio del actual contexto del coronavirus, motivo por el cual a veces se ha quedado en casa de amistades de su mamá.
Asegura que tiene miedo por la salud de su bebé, y que solo quiere poder quedarse tranquila en un lugar con la niña.
Hernández Núñez afirma que convive con diez personas y que su familia no tiene posibilidades de ayudarla. Dice que ha pedido apoyo a las autoridades de Vivienda, pero explica que le han dicho que no la pueden ayudar porque "no hay casas, no hay albergues", y que la situación se ha vuelto más compleja todavía en el actual contexto sanitario.
No obstante, hacia el final de la entrevista precisó que recibió un espacio en un albergue, pero que ella debía acondicionarlo para poder estar allí, pues se trata de un área con solo dos paredes, que debe cerrar por sus propios medios.
En los últimos meses, varias madres cubanas que, por diferentes motivos, viven situaciones de crisis, han venido denunciando sus casos a través de las redes sociales, con la esperanza de presionar a las autoridades estatales, por una parte, y de motivar un posible apoyo de particulares, por otra.
En varias de esas historias -marcadas por un alto grado de emotividad- madres que han denunciado casos de extrema pobreza o falta de atención desde la instancias del estado, han acabado recibiendo el apoyo de la comunidad de cubanos residentes en el extranjero.
En lo que respecta a la crisis de la vivienda, como es conocido, son varios los edificios y construcciones que se encuentran en mal estado constructivo en Cuba, y en especial en La Habana, lo que en algunos casos ha acabado en desgracia, con pérdidas de vidas humanas.
En enero de este año, el derrumbe de un balcón ocurrido en las calles Revillagigedo y Vives, en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja, provocó la muerte de tres niñas, de entre 10 y 11 años de edad. La tragedia conmovió profundamente a los cubanos dentro y fuera de la isla, al tiempo que subrayó la urgencia de reparar un elevado porcentaje de construcciones que se encuentran en mal estado en el país.
Ante la crisis de viviendas en Cuba, son cada vez más frecuentes los episodios de ocupación de locales estatales vacíos, especialmente en los habaneros municipios de La Habana Vieja y Centro Habana. Varias madres con hijos han ocupado locales en desuso en los últimos meses, con el fin de presionar la gestión del estado ante sus casos.
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