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Más de 7 mil reses han muerto en Las Tunas en lo que va de año, la mayoría por desnutrición a causa de la falta de agua y alimentos.
Según una nota del medio local Periódico 26, hasta el cierre de mayo la provincia acumula 7.069 muertes, con 2.593 más que en igual período del año anterior y un índice de 2,80 por ciento, de 1,65 permisible.
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Los municipios de Las Tunas y Jobabo registran los peores resultados, con 860 y 642 muertes, respectivamente.
Las principales causas de los decesos fueron la desnutrición, con dos mil 954, y los accidentes, con 922. "Solo por esas dos razones ocurrió el 54,8 por ciento del total de las pérdidas", apunta el citado medio.
Además, los ganaderos no disponen de suficiente agua, para garantizar los 120 litros del líquido que necesita una res cada día.
"Urge la disponibilidad de agua, ya sea mediante lagunas y tranques, extraída con molinos de viento o transportada en pipas", advierte el diario oficialista. "También hace falta comida sembrada, que se pueda conservar en lugares frescos para esos días en los que no hay pastos naturales; y ya el territorio registra buenas experiencias con king grass, caña de azúcar, moringa, morera, mulato, tithonia y otras variedades", explica.
De acuerdo con la nota, aunque la siembra de alimento animal se cumplió en mayo, con más de 473 hectáreas, algunos municipios como Majibacoa, Colombia, Amancio y Las Tunas no ejecutaron los planes.
"En el período no se logró lo previsto en la preparación de tierra para la siembra de pastos y forrajes, al tener en movimiento apenas cuatro mil 049,5 hectáreas de las cinco mil 077,2 planificadas", indica.
Con el fin de disminuir la mortalidad, las autoridades de la región aplicaron 355 multas, realizaron casi cinco mil inspecciones a bases productivas y productores individuales, hubo apercibimientos por mal manejo de la masa y clausuras de unidades por deficiencias en la alimentación.
No obstante, estas medidas resultaron insuficientes para evitar el gran deterioro que hoy sufre la masa ganadera y que repercute en la entrega de carne a la industria, "la que se cumple en el peso de los animales vivos y no así en el rendimiento del producto deshuesado", precisa el reporte.
Desde hace mucho tiempo Cuba atraviesa una gran escasez de alimentos, que se ha visibilizado aún más durante el periodo de cuarentena a raíz de la pandemia de coronavirus.
Una funcionaria del Ministerio de la Agricultura dijo recientemente que la producción de carne de cerdo en Cuba se ha visto afectada por la falta de turistas.
La carencia de alimento porcino provocó que en el primer trimestre se dejaran de entregar unas 7 mil toneladas de carne, mientras que el estado fue incapaz de producir las 12 mil toneladas mensuales que demanda el país.
Ante esta situación, los cuentapropistas cubanos elevaron el valor de la carne de cerdo hasta los 80 pesos cubanos (3.25 USD) por libra, a pesar del tope de precios establecido por las autoridades en medio de la pandemia.
Aunque el gobierno estableció un máximo de 45 pesos por libra de carne de puerco, muchos vendedores la ofertan a casi el doble de ese valor.
Ante la notable escasez de este alimento, en algunas provincias del país se incrementó la venta de croquetas y proteína vegetal.
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