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El gobernador de la Florida, Ron DeSantis, dijo que el estado no toleraría la violencia en las protestas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de la policía de Minneapolis, Minnesota.
"Florida no tolerará disturbios, saqueos o violencia", dijo en una conferencia de prensa este miércoles.
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Según explicó, se han realizado cientos de arrestos durante los disturbios en el estado, incluida una persona que fue sorprendida vendiendo cócteles molotov en su automóvil y otra que fue atrapada con una mochila llena de morteros.
DeSantis también agradeció a quienes se han manifestado de manera pacífica y a los guardias y soldados de la Patrulla de Carreteras de Florida que se han activado para mantener el orden.
"En todo el estado ha habido reuniones respetuosas de grandes multitudes con instancias aisladas de individuos que aprovechan la oportunidad de explotar estos eventos, generalmente de noche, para participar en actividades ilegales", dijo.
DeSantis activó la Guardia Nacional este fin de semana para responder a los manifestantes en los disturbios que han tenido lugar en los últimos días por la muerte de Floyd, un hombre negro desarmado que murió después de que un oficial de policía se arrodillara en su cuello durante varios minutos.
La primera autopsia realizada al cuerpo del afroamericano, de 46 años, generó polémica tras determinar que su deceso no fue por la asfixia ni el ahorcamiento. No obstante en un segundo examen ordenado por los familiares de la víctima asegura que sí falleció debido a asfixia por una presión sostenida y pérdida del flujo sanguíneo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió esta semana a los gobernadores de los diferentes estados del país que tuviesen mano dura para enfrentar los disturbios. "Si no dominan, están perdiendo el tiempo. Los van a atropellar y se verán como un montón de idiotas”, comentó.
Días antes había amenazado a los manifestantes con utilizar las armas si continuaban con los saqueos e instó a emplear a la Guardia Nacional para controlar las protestas.
Los últimos dos días de protestas en el Sur de la Florida han sido pacíficos, tras un fin de semana de violentas manifestaciones en algunas zonas que llevó a varios alcaldes a decretar toque de queda en sus condados.
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