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La cuenta es de 2+2: si el FC Barcelona concreta el negocio que se dice que está por cerrar con la Juventus, el presidente Bartomeu y compañía pasarán mucho tiempo entre copas de Dom Perignon.
Sigo pensando que se trata de un pétalo más en la dilatada margarita de la rumorología futbolística. Que vamos, que no es serio. ¿Semedo por Miralem Pjanic, Mattia De Sciglio y, como si fuera poco, 25 millones de euros? Bah. Huele a fake news.
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Porque en Turín bobos no son, y porque en la Ciudad Condal no se pasan de listos en esta asignatura (recordemos los fiascos con Keirrison, Douglas Pereira, Chigrinskiy, Alex Song...) Allí, acá y en cualquier parte, está claro que bastaría con Pjanic para prácticamente equiparar el trueque. Lo dice Transfermarkt: ahora mismo, el valor de mercado del bosnio ancla en 52 millones; el del portugués, en 32. La diferencia de edad favorable al lusitano hace lo suyo y deja la balanza en equilibrio.
Entonces, en un negocio que en teoría puede ser pelo a pelo entre un par de jugadores, ¿por qué los bianconeros agregan a otro hombre y una montaña elefantina de billetes? ¿Dónde oyeron el canto de sirenas? ¿Qué los seduce tanto de este jugador que ni siquiera es titular indiscutible en Barcelona y la selección de su país?
Cuando Semedo se vistió de azul y grana, se esperaba que pudiera llevar dignamente las botas del eterno Dani Alves, habida cuenta de que el experimento Aleix Vidal había explotado los laboratorios. Se habló de margen de mejora, potencia, rapidez y regate, pero poco de eso ha enseñado en La Liga.
Después de más de cien partidos con la elástica culé, Nelsinho da la impresión de haber tocado techo. Rara vez llega a línea de fondo, le cuesta asociarse, no ofrece garantías en la salida del balón, apenas saca lascas a su velocidad, casi todos sus pases son horizontales o hacia atrás... Tanto así, que un mediocampista como Sergi Roberto le ha disputado el puesto de tú a tú.
¿Qué hay con los elementos que llegarían al Camp Nou? De Sciglio es un lateral derecho que no brilla pero alardea de corrección, acostumbrado incluso a enfundarse la camiseta Azzurri. Pjanic, que conserva la polivalencia aunque ciertamente vio pasar su época de oro, sigue gozando de un golpeo exquisito y engrosaría el ya super poblado centro del campo catalán.
Repito: ¿ellos dos, y también 25 millones? Se dice que las partes ya alcanzaron un principio de acuerdo verbal. Que en el Piamonte serían felices con perdices si adquieren a Semedo, quien parece de acuerdo con la operación. Que en Can Barça darían un gran paso adelante para encarar la compra de Lautaro. Que ambos clubes tendrían beneficios contables sustanciales.
Se dice y se dice, y yo sigo creyendo que se trata de un cuento de hadas. Es como si la Juve pretendiera imponerse por puntos en una pelea donde el Barcelona está a punto de noquear.
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