El pastor Frank López, de la Iglesia Doral Jesus Worship Center, negó las supuestas implicaciones de él y su congregación con el atacante a la embajada de Cuba en Estados Unidos, como aseguró este martes el canciller Bruno Rodríguez desde La Habana.
"Lo único que sabemos es que asistió por varios meses a nuestra iglesia en el 2018. Luego supimos que se había mudado de la ciudad", dijo el religioso sobre Alexander Alazo, el hombre detenido en Washington por disparar al cuerpo diplomático cubano.
En un comunicado obtenido por CiberCuba, López lamenta la situación por la que pasa este cubano y su familia, a quienes tienen presente en sus oraciones. "Nuestro mensaje como iglesia está basado 100% en los principios bíblicos y en el mensaje de Salvación del Señor Jesucristo. Es un lugar donde las puertas están abiertas para todo aquel que quiera venir a adorar y buscar comunión con Dios, sin importar ideales políticos", apuntó.
Su respuesta viene después de que el máximo funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba acusó a EE.UU. de ocultar información sobre el atentado a la embajada cubana en Washington.
Rodríguez incluyó a la Iglesia Doral Jesus Worship Center, en el noroeste de Miami, y su pastor López entre los supuestos lazos de Alazo con "individuos que pertenecen a agrupaciones que apoyan al actual gobierno de Estados Unidos, pero que también incitan constantemente a la violencia y el odio contra Cuba", según dijo en la conferencia de prensa.
El diplomático cubano apuntó que en esa iglesia "se reúnen regularmente personas con conocidas conductas a favor de la agresión, la hostilidad, la violencia y el extremismo contra Cuba".
Otra de los acusados por Rodríguez, la opositora cubana Yoaxis Marcheco, también desmintió los supuestos vínculos con Alazo y defendió al pastor López. "No puedo dejar de mencionar la bajeza de este figurín del régimen castristra al mencionar al pastor Frank López de la Iglesia Jesus Worship Center del Doral como alguien que instigó al tirador, no se puede ser más burdo en las acusaciones", escribió en Facebook.
Desde el 30 de abril hasta la fecha
Las autoridades de Cuba fueron prudentes en el primer momento que se conoció el ataque de Alazo a la embajada. Sin embargo, posteriormente volvieron al tono habitual de culpar a Estados Unidos y acusarlo incluso de proteger a un terrorista.
El canciller cubano fue uno de los primeros en señalar a la administración de Donald Trump y luego el gobernante designado Miguel Díaz-Canel afirmó, en la misma línea, que fue un acto de odio. "No compartir con país atacado toda la información equivale a tolerancia y revive historia de terrorismo contra Cuba", agregó.
Por su parte, un alto funcionario del Departamento de Estado ratificó a CiberCuba el compromiso de EE.UU. con la protección de sedes diplomáticas y la embajada estadounidense en Cuba condenó el atentado contra el cuerpo diplomático.
El Servicio Secreto y la policía de Washington, por su parte, investigan al cubano implicado en el incidente, quien permanece en prisión preventiva y deberá comparecer este jueves ante el juez.
Hasta ahora la información divulgada por documentos judiciales, señala que Alazo padece de esquizofrenia y temor constante a ser perseguido por agentes de la Seguridad del Estado de Cuba. Esa paranoia lo llevó a dormir durante semanas en su automóvil y en la madrugada del 30 de abril atacó al cuerpo diplomático de la isla en Washington con un fusil AK-47.
Sin embargo, José Ramón Cabañas, embajador cubano en EE.UU., duda del perfil divulgado del sospechoso y señaló en una entrevista con medios estatales que la información fue filtrada para crear "una matriz de opinión incluso antes de que se conozca la información de manera oficial".
Alexander Alazo está acusado de atacar con violencia a funcionarios e instalaciones extranjeras, dañar de forma intencional la propiedad de un gobierno extranjero y usar un arma no registrada, según el documento de acusación del gobierno de EE.UU.
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