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El alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, anunció un plan de reactivación por fases para que los residentes y las empresas volvieran a la normalidad ante la crisis generada por la pandemia del nuevo coronavirus.
Junto a otros líderes de la ciudad, Suárez celebró una conferencia de prensa virtual donde comentó sobre esta planificación después de que se alcanzara el pico de infección.
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“Vamos a ser cautelosos en este proceso”, dijo Suárez. Asimismo, puntualizó que la ciudad abriría en tres fases que probablemente serían serían diferentes a los planes del condado, donde se espera la reapertura de puertos deportivos, campos de golf y parques en su fase más temprana.
Suárez comentó que la ciudad estaba considerando levantar el toque de queda y el refugio para los residentes no vulnerables durante la etapa inicial, pero advirtió que la decisión al respecto todavía no era definitiva.
La fase 1 contempla la reapertura de espacios como los parques de Virginia Key se reabrirían en pero los requisitos de distanciamiento social de seis pies al menos seguirán vigentes.
“Yo apoyo totalmente la decisión del alcalde de Miami Beach de mantener las playas cerradas en esa ciudad. Entendemos que allí hay un volumen mayor de personas”, expuso.
Los establecimientos no estarían abiertos con un volumen mayor al 25 por ciento, mientras que los bares seguirán cerrados al igual que los casinos e hipódromos. Los restaurantes y los centros de alimentos permanecerán como hasta ahora.
Suárez señaló que en todas las fases las personas debían mantener las medidas de higiene para evitar la propagación y deben usar mascarillas cuando utilicen el transporte público.
“Tenemos que considerar este panorama que estamos viviendo, que sería la nueva normalidad”, calificó. “Estamos a la espera de apreciar una reducción de casos y que se mantenga estable la situación de los hospitales”, dijo refiriéndose a los factores a tener en cuenta para entrar en la segunda fase.
La fase 2 prevé que los negocios abran para una capacidad de hasta 50 por ciento, lo cual significa que no podrán concentrar más de 250 personas a la vez. Los restaurantes operarían con algunas restricciones como que las familias se sienten a la mesa conservando unos 6 pies de distancia.
Las boleras podrían abrir con medidas de distanciamiento social.
La fase 3 depende de las notificaciones que la administración de la ciudad reciba por parte del Departamento de Salud, si indican que las cifras están descendiendo. Entonces las personas consideradas vulnerables a complicaciones por la COVID-19 podrán reanudar sus interacciones en lugares públicos siempre cumpliendo las pautas de distanciamiento social.
Los centros donde venden alcohol y aquellos donde se puede practicar ejercicios podrán reabrir igualmente. Esto sería en un plazo de 7 a 8 semanas, adelantó.
“Si vemos una regresión, que las cosas vuelven a empeorar, obviamente no vamos a dudar en volver a restringir el acceso a los lugares públicos”, advirtió el alcalde.
El escenario es a todas luces complejo cuando las ciudades de Miami y Hialeah se encuentran entre las más afectadas por el coronavirus en el estado de Florida.
Además, el condado de Miami-Dade registra 11.570 casos confirmados de coronavirus y 302 fallecidos por el brote, según los datos del Departamento de Salud de Florida. El estado acumula 32.138 contagios y 1.088 fallecidos.
Sin embargo, en el país se ha estado presionando a las administraciones para que levanten restricciones y garanticen una vuelta a la normalidad para la actividad económica, aun en medio de la crisis sanitaria que atraviesa la nación.
El alcalde Francis Suárez anunció el viernes que personas naturales y dueños de pequeñas empresas podrán recibir hasta $1 500 dólares, una cifra que debe contribuir a su recuperación del impacto financiero que ha supuesto la COVID-19, que provocó miles de despidos en la municipalidad.
Suárez explicó que el plan dispondrá de $2.2 millones de dólares provenientes de partidas federales, con los cuales se conformaría un fondo destinado a sufragar pagos como el del alquiler de viviendas y de los servicios públicos de quienes califiquen para recibir el dinero.
Por su parte, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, informó el domingo que se han procesado cerca de 267.000 pagos del seguro por desempleo en el estado durante la crisis del coronavirus. A su vez, afirmó que la cantidad de solicitudes han sido "como un tsunami".
Asimismo, llamó a las personas a ser pacientes, pues no había una plataforma diseñada para recibir y procesar tal magnitud de pedidos.
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