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El alcalde del condado de Miami-Dade, Carlos Giménez, realizó un "ayuntamiento virtual" este lunes, en el que intercambió con los residentes sobre el regreso progresivo a la normalidad ante los efectos del coronavirus.
Durante el diálogo se analizaron opciones sobre cómo reducir algunas de las restricciones a la vida diaria, mientras la pandemia afecta las actividades cotidianas y el desempeño económico local.
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“Nos gustaría que la gente tomara algo de aire fresco y luz del sol, pero hacerlo de la manera correcta”, dijo Giménez.
“Cada apertura requerirá que las personas sigan las órdenes de emergencia de distanciamiento social y el uso de cubiertas en la boca y la nariz para ciertas actividades”, añadió.
Al menos en Key Biscayne, las autoridades aseguraron que no contemplaban ningún plan para reabrir espacios multitudinarios como las playas, un escenario que ya se vive en Jacksonville desde el fin de semana.
Las playas de Jacksonville fueron abiertas, no obstante, de manera limitada. Solo se pueden usar para actividades como caminar, andar en bicicleta, pescar, correr, nadar, cuidar mascotas y practicar surf.
Por el contrario, el alcalde de Key Biscayne, Mike Davey, fue bastante conclusivo al respecto: “Probablemente sea lo último que se vuelva a abrir con respecto a los espacios abiertos”, precisó, de acuerdo con Local 10 News.
También Giménez había comunicado anteriormente en Twitter que la administración local todavía no contemplaba la apertura de las playas debido a la situación sanitaria y atendiendo a las normas dictadas por causa del coronavirus.
“He visto mucha expectación en las redes sociales de personas que piensan que las playas en el condado de Miami-Dade se están abriendo”, escribió Giménez desde su cuenta oficial.
“Este no es el caso. Aunque estamos consultando con expertos médicos sobre la futura apertura de espacios públicos, actualmente no hay un cronograma para abrir playas”, advirtió.
Con respecto a los parques y campos de golf, “cree que estarán abiertos más pronto que tarde”, dijo Davey este lunes al comentar sobre futuras decisiones de Giménez.
El condado de Broward, otro de los más afectados en Florida por el coronavirus, enfrenta decisiones similares. Su alcalde, Dale Holness, es miembro del grupo de trabajo del gobernador del estado, Ron DeSantis, para reabrir gradualmente los negocios en todo el territorio, en sintonía también con planteamientos desde Washington.
Las opiniones sobre el tiempo más propicio para reabrir las comunidades, se encuentran polarizadas. Algunos residentes no lo consideran prudente todavía, mientras que otros sostienen que a las personas se les debe permitir disfrutar de espacios abiertos bajo sus propias responsabilidades.
El sur de Florida ha sido la zona más azotada por la pandemia, por lo cual algunos líderes opinan que se necesita mucha más precaución y planificación antes de que las órdenes se relajen.
“Necesitamos una estrategia mucho más disciplinada en este país o vamos a seguir viendo estos picos. Y es totalmente irresponsable comenzar a hablar sobre la apertura antes de tener la base científica para abrir, la estrategia de salud pública”, dijo la representante de la administración estatal, Donna Shalala.
Dentro del estado, donde se registran ya más de 27 000 contagios, la peor situación epidemiológica la presenta Miami-Dade, con más de 9 600 casos confirmados de coronavirus y 223 fallecidos. Broward cuenta 122 muertes, la misma cantidad que Palm Beach, siendo los tres condados con más víctimas mortales, según los datos del Departamento de Salud de Florida.
En total, Florida reporta 823 fallecimientos a causa del brote originado en la ciudad china de Wuhan. La cifra de personas hospitalizadas en el territorio asciende a 4 000.
El presidente Donald Trump reveló el jueves nuevas regulaciones, sometidas a un plan para reactivar la economía de Estados Unidos, en tres fases de normalización que entrarán en vigor gradualmente a partir del 1 de mayo en los 50 estados de la nación.
“Estamos abriendo nuestro país y tenemos que hacerlo. Estados Unidos quiere estar abierto”, dijo Trump durante una sesión informativa en la Casa Blanca. “Un cierre nacional no es una solución sostenible a largo plazo”, agregó.
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