Hermes Ramírez apenado porque el coronavirus haya impedido la Copa Cuba de Atletismo

Tokio 2021 serán unos juegos suigéneris.

Hermes Ramírez © Cortesía del entrevistado
Hermes Ramírez Foto © Cortesía del entrevistado

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Este artículo es de hace 4 años

Siempre es un placer charlar con ese gran conversador que es el subcampeón olímpico de México 68, Hermes Ramírez. Esta vez el escenario fue el estadio Panamericano, con su nueva pista MONDO, para la confrontación interna de la preselección nacional que, a puertas cerradas, concluyó este domingo, en sustitución de la Copa Cuba internacional.

Es una pena que la pandemia del coronavirus impida la celebración de la justa pues aquí está lo que más vale y brilla de nuestro campo y pista; amén de los velocistas caribeños y atletas de otras naciones. A ellos se unían los mejores talentos que tenemos en las provincias, pero todo sea para evitar la propagación de esta enfermedad que afecta a todo el planeta.


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Fueron las sabias palabras de un Hermes al que me atrevo a preguntarle su opinión sobre el atletismo cubano en Tokio 2020.

Bueno, de poder celebrarse, tienes que tener en cuenta que por ahora todos los mítines ya sean de la Golden League o no, quedarán suspendidos. Quizás sean unos Juegos suigéneris pues los deportistas llegarán con fogueo interno, en la gran mayoría de los casos; incluso, topes y entrenamientos siempre teniendo en cuenta el cuidado preciso ante la enfermedad. Incluso, quizás tengan que ser postergados.

Pero, de todo darse como estaba planeado, tengo muchas esperanzas con algunas de nuestras figuras, teniendo en cuenta siempre el factor sorpresa, tanto en positivo como negativo.

Nuestra comisionada nacional, titular olímpica y tres veces campeona mundial en el lanzamiento del martillo, Yipsi Moreno, viene realizando un magnífico trabajo, no sólo atendiendo a los que ya han clasificado o buscan su boleto olímpico sino recorriendo el país buscando figuras que enaltezcan nuestro deporte rey, tratando de rescatar la tan importante base.

Pero vamos al tema: pienso que las dos discóbolas, Yaimé Pérez Téllez “la rusa” y Denia Caballero tienen para ganar la prueba y la otra quedar en el podio; en longitud masculino ya los tres están clasificados, encabezados por Juan Miguel Echeverría, que ojalá esta vez pueda demostrar que en sus pinchos puede existir otro Iván Pedroso. Junto a él están Maikel Massó y Léster Leskay.

O sea, entre esas dos disciplinas vaticino tres preseas: dos en el disco y una en longitud con Juan Miguel. Quizás en el triple, el jovencito Jordan Díaz, así como Andy Díaz y Christian Atanay Nápoles, todos con el pase a Tokio en el bolsillo, pueden darnos un agradable momento. Jordan es portentoso, Atanay tiene un biotipo fuera de liga y fue el mejor en los Panamericanos y Andy puede dar más. No podemos obviarlos. Lo importante es que se unan, que luchen unidos y que la bandera cubana ondee sea cual sea quién la suba.

Hermes sobre la unidad que existía en tu tiempo y la situación actual, la diferencia es obvia. ¿Por qué?

La vida cambia, las situaciones, el ambiente que ahora rodea al deporte no es el mismo. En mis tiempos, por ponerte un ejemplo, una vez el profesor Riverí ¿lo recuerdas? el que guió a Maritza Martén y Luis Mariano Delís, entre otros ases del disco y la bala; pues se me acercó para indicarme que el bloque de arrancada de uno de mis corredores estaba muy alto.

¿Me entiendes? Un entrenador de lanzamientos y se fijó en algo que yo no vi. Me ayudó. Así éramos todos, una gran familia. Ahora Yipsi está tratando de reconquistar lo perdido y va por buen camino. Así debe ser.

Hermes junto a Javier Sotomayor / Foto: Cortesía del entrevistado

Hablamos de Tokio y las posibles medallas cubanas o los finalistas.

Realmente te dije las más seguras aunque del coraje de Yarita, la garrochista Yarisley Silva y el decatlonista Leonel Suárez, nadie duda. Además están el saltador de altura Luis Enrique Zayas, quien mejora por día; Rosemary Almanza, que debe acabar de dar el salto en los 800; las chicas de eventos combinados: Yorgelis y Adriana Rodríguez; la especialista en 400 con vallas Zulian Hechavarría y la triplista Leagdamis Povea forman un grupo que pudiera estar en finales y quizás, dar más de una agradable sorpresa.

Ahora todo dependerá de cómo se desarrolla el coronavirus, si permite competir antes de los Juegos e incluso, si se pueden celebrar los mismos.

Hermes no puedo conversar contigo sin rememorar tu preciosa vida deportiva.

Sabes que ya tengo 72 años y nací en Guantánamo. Tengo tres hijos, cuatro nietos y tres biznietos. Estos sin contar los de mi esposa Mercedes que aporta dos hijos y cuatro nietos más. ¡No nos podemos quejar!

¿Cómo empiezas en los trajines atléticos?

Yo vivo en La Habana desde los 4 años y, a los 12, cuando estaba becado en Tarará, fueron a hacer unas pruebas LPV (ya sabes, Listos para Vencer) y en la carrera de los 100 metros con tenis y en plena calle, sobre cemento, marqué 12 flat. Al siguiente año, en una competencia inter becas en el estadio Pedro Marrero, corriendo en arcilla, fui segundo con 11,8 cronometraje manual claro. El primero fue Duquesne, que ya estaba en el Tecnológico; yo era un niño.

¿Ahí ya te captaron?

Esa actuación me dio el pie para tomar parte en lo que serían los primeros Juegos Escolares Nacionales en el año 1963. Por ese entonces yo estudiaba en Barlovento, bajo la égida del prestigioso técnico José "Cheo" Salazar, quien con más de 80 años está, gracias a Dios, tan vigoroso como siempre.

Quien conoce a Cheo Salazar sabe que no para ni cuando cumpla 100. ¿Fue entonces tu primer entrenador oficial?

No. El me representó en esos Escolares; antes yo corría por impulso, nadie me entrenaba. Pero como gané los 100, 200 y el relevo corto, se fijaron en mí.

¿Recuerdas los tiempos?

En el hectómetro, 11 flat; en los 200, 23,2.

A partir de los primeros Juegos Nacionales ¿qué pasó?

Estaba estudiando en la Secundaria Básica Lazo de la Vega, antigua Ursulinas de Miramar, cuando me contacta Rolando Gregorio Lavastida, quien comienza a entrenarme oficialmente en 1964.

En ese lapsus competí en los segundos Juegos Escolares y me impongo nuevamente en 100 y 200, y fui segundo en el 4x100. Esto corriendo por Becas. Ahí mis tiempos fueron 10,8 y 22 flat, respectivamente.

Y ahí sobrevendría uno de los momentos más amargos de tu vida.

Sí, así fue. Mientras se realizaba el evento escolar se desarrollaban las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de Tokio. Para asistir, la marca mínima en los 100 era 10 segundos 4 décimas y quién te dice que yo, a mis 16 años, la hice junto a Manuel Montalvo.

Te puedes imaginar el júbilo que me embargaba pero ¿por qué siempre habrá un pero?, el entonces presidente el INDER José Llanuza decidió que mi juventud era un hándicap e impidió mi asistencia, Me privó de acumular cuatro Olimpíadas en mi curriculum.

No obstante, no me amedrenté y en el 1965 fui el mejor juvenil a nivel nacional entre todos los deportes, lo que me aseguró en la nómina del seleccionado nacional donde permanecí 12 años entre 1964 y 1976.

Juegos Múltiples en los que has intervenido.

Dos Centrocaribes: San Juan, Puerto Rico 66 y Panamá 70. En la justa boricua, después de la célebre travesía en el barco Cerro Pelado me lesioné en mi primera carrera. ¡Y lo bien que estaba, al punto de haberle ganado al Fígaro (Enrique Figuerola) en La Habana antes de partir!

Ya en la justa del Istmo quedé segundo en 100, 10,2 detrás de Pablo Montes en final de fotofinish; bronce en 200 y oro en la estafeta corta junto a Juan Morales, Germán Solís y el propio Pablo.

También tomé parte en tres Panamericanos: Winnipeg, Canadá 67 tercero en 100, detrás de los extraordinarios estadounidenses Harry Heron y Tim Turner, y segundo en la estafeta corta, solamente superados por los norteños; Cali, Colombia 71 plata en el relevo y México 75, plata en el 4x100 y bronce en el hectómetro.

Quiero hacer un paréntesis de mi tercer lugar en Winnipeg, el cual considero una de mis más grandes actuaciones. Correr de tú por tú con tamaños sprinters y superar en el 4x100 a ranqueados velocistas de Jamaica, Trinidad Tobago, Canadá, implantando record nacional de 39 flat. Es un hecho que no se puede olvidar.

Siempre he escuchado que ahí, en ese relevo de Winnipeg es donde comienza a ser creíble una posible medalla en México 68, una de las tres citas olímpicas en las que participaste.

Tienes toda la razón. Los integrantes de la estafeta estadounidense estaba probada; ellos no iban a ponerse a cambiar corredores salvo alguna lesión. Además, el resto de los rivales serían los mismos. En ese tiempo nos entrenaban el polaco Edmund Porchovosky e Irolán Echevarría, quienes siempre nos hicieron creer que podíamos.

Hermes igualó el entonces record olímpico con 10 flat en octavos de finales aunque no pudo avanzar más allá de las semi por una pegajosa fiebre de 40 grados que se lo imposibilitó; el 4x100 quebró la plusmarca del orbe en las semi finales con 38 segundos 75 centésimas y en la final con 38,32 (Hermes, Juan Morales, Pablo Montes y Enrique Figuerola) escoltaron en el podio a Estados Unidos, 38,30.

Se que te gusta rememorar aquella tarde de octubre de 1968 y en general las muchas anécdotas que guardas de esos Juegos.

Pues si. No te lo voy a negar. El atletismo de México 68 es inolvidable por muchos factores: un total de 23 records olímpicos fueron impuestos, muchos lo achacan a la altura azteca; uno de los más impactantes, el del estadounidense James Hines, quien se convirtió en el primero en vencer la barrera de los 10 flat, algo que ahora resulta tan fácil, y detuvo el cronómetro en 9,95; y el otro, el de su compatriota Bob Beamon y su fabuloso salto de longitud de 8 metros 90 centímetros.

Pero para nosotros, las dos medallas de plata de los relevos femenino y masculino siempre quedarán guardado en lo más profundo de nuestros corazones, aunque en el caso de los varones pudimos haber alcanzado el cetro.

¿Qué pasó?

Sencillo: éramos los favoritos, habíamos sido los mejores en las eliminatorias y semi finales; como te dije en nuestra semi final establecimos record mundial: 38, 75, que fue posteriormente roto por la cuarteta de Jamaica.

Nosotros éramos los “escapados” de la temporada. Nos dirigía el avezado Lázaro Betancourt, quien junto a Irolán y Porchovoski se encargaban de la táctica para enfrentar el reto: integrantes de la posta, quién corría cada tramo, entrenamiento previo.

Éramos seis: Enrique Figuerola, Pablo Montes, Bárbaro Bandomo, Félix Urgellés, Juan Morales y yo. En la gira europea previa, el polaco decide bajar a Pablo, corredor de 200 y 400, a los 100, y en Hungría le gana a Figuerola en un mítin con 10,1.

Ya en la sede de los Juegos, se define que el último hombre fuera Enrique y que en la estafeta no estuviera Bárbaro Bandomo, fuerte sprinter que tenía tiempos excelentes de 10,2 y 10,3 y una velocidad volante de 9,05.

A pesar de ser entonces yo apenas una adolescente de 14 años recuerdo muy bien las opiniones de los especialistas en relación con esta decisión. A tantos años, soy de la opinión que el nombre se impuso. Figuerola era la historia, pero indiscutiblemente Bandomo estaba en una forma muy superior. Por si eso fuera poco Pablo Montes, en gran momento, era el mejor para cerrar. No quiero presionarte pero ¿no se sintieron frustrados a pesar de lo heroico que hoy se ve ese segundo lugar?

A veces cuando escribo estas entrevistas para CiberCuba extraño mi cámara televisiva. El rostro de Hermes Ramírez es un poema entre la risa y el llanto, muy difícil de poder describirlo

Frustrados no. Obtuvimos una medalla, era el objetivo pero… pudimos haber escalado lo más alto de ese podio. Establecimos un récord nacional, 38 segundos 40 centésimas, que estuvo vigente hasta Barcelona 92: ¡24 años!, pero pudimos haber ganado.

La plusmarca cubana actual pertenece aún a esa posta que corrió en la justa catalana y que integraron Andrés Simón, Joel Lamela, Joel Isasi y Jorge Luis Aguilera: 38 segundos flat.

Yo, nunca me he ocultado para decirlo, veía en Bandomo a un corredor muy fuerte, que se impulsaba mucho en los últimos metros, tenía ese remate de los grandes. Ya habíamos entrenado la estafeta con él, pero bueno, la decisión fue otra.

Lamentablemente, tras un ciclo con muy buenos resultados, incluido ser elegido entre los 10 mejores de Cuba en 1969, Hermes se lesiona antes de Münich 72.

Yo iba a ser el abanderado de la delegación cubana, fíjate si estaba bien. Había competido por el periplo europeo, había cronometrado 10 flat, pero al correr un relevo, en una confrontación en la propia urbe germana, me cambian el orden de posta y ahí mismo vino la lesión. Por lo general yo arrancaba aunque en algunas ocasiones me utilizaron para cerrar, pero me pusieron en la curva.

Hay que tener en cuenta que el relevo es una especialidad, en el cual cada elemento prácticamente se ubica mentalmente en su posición. No es lo mismo ser arrancador que cerrador; no son lo mismo las curvas que los tramos rectos.

Por supuesto que se pueden hacer cambios; de hecho yo arrancaba y a veces cerraba. En ese 1972 yo era el líder del ranking mundial de la IAAF. Esa lesión me impidió correr mi ansiado hectómetro y sólo pude hacerlo en el relevo, donde no pudimos llegar a la final.

Los años 1973 y 74 marcan un extenso período de lesiones y molestias para el bólido del Guaso hasta que regresa en el 75 para ayudar al relevo a obtener el segundo lugar en los Panamericanos de México y ganar bronce en los 100. Al parecer volvía por sus fueros Hermes Ramírez.

Pero no fue así, los años y las lesiones no pasan por gusto. Montreal 76 no era lo mismo para mí, en mi individualidad. A Tokío hubiera ido a aprender y quizás hubiéramos tenido un muy buen relevo; en México, está la plata; Münich se me fue.

Me despedí de mi amado atletismo como velocista con un cuarto escaño en el 4 x 100 en la justa canadiense. Tiempo: 39 flat y la heroicidad de un Silvio Leonard corriendo con 14 puntos en una pierna tras ser cortado por un vidrio.

Te cuento que en Montreal también tuvimos el oro en la mano pero todo se confabuló. Irolán saca a Pablo Montes del relevo sin causa alguna y pone a un saltador de longitud, Francisco Gómez, buen corredor, eso es indiscutible. El arrancaba, el vallista Alejandro Casañas era la segunda posta, yo corro el tercer tramo y cerraba Leonard.

Hubo una discusión en la villa cubana, Silvio fue a intervenir y por el botellazo que cogió le dieron 14 puntos. Silvio que era el lógico campeón en el hectómetro. En fin, hay cosas que pasan que nadie entiende.

Doce años en el seleccionado nacional estuvo Hermes Ramírez, quien dejó en ese lapsus tres registros de 10 flat, en mítines realizados en Zurich 69 y Praga 71 y 72; un 20 segundos 83 centésimas en los 200 en Varsovia 72 y los 38,40 en el relevo corto de México 68.

Una vez retirado de las pistas ¿hacia dónde encaminaste tu vida?

Pasé a ser profesor en el Instituto Técnico Militar (ITM), soy graduado del hoy Instituto Superior de Cultura Física Fajardo; después estuve como entrenador en el equipo nacional. Ahora me mantengo siempre al tanto para lo que se me necesite pero ya son 72 abriles; no es lo mismo.

Hermes, como atleta y como entrenador, por tu gran experiencia ¿a qué se debe la desaparición de los velocistas cubanos del panorama internacional si somos caribeños y teniendo en cuenta nuestra historia de sprinters desde José Barrientos, Jacinto Ortiz, Conrado Rodríguez y Rafael Fortún hasta Figuerola, Silvio, Iván García, Andrés Simón, Joel Lamela, Jorge Luis Aguilera, Pérez Rionda?

Nuevamente me haría falta una cámara para mostrarles las expresiones de Hermes que no necesita palabras.

¡No existe una continuidad que sí existió antes! De esos grandes que nombraste en los que pueden incluirse otros como Raúl Mazorra, Ángel García y el Lobo Farrez sí hubo un nexo con los Figuerola, Juan Morales y de nosotros, a los Silvio, Osvaldo Lara, Simón, Lamela, Aguilera, y más hacia acá, José Ángel César, Luis Pérez Rionda, Iván García y Freddy Mayola, quienes conquistaron la última presea olímpica para la velocidad cubana en Sydney 2000 con bronce de 38,04.

Hay que buscar talentos en cada una de nuestras provincias, algo que ya empezó a hacer Yipsi y un grupo de especialistas; hay que hacer un exhaustivo estudio. No se puede poner límite a la entrada de talentosos jóvenes a la ESPA, porque ahí e incluso antes, en las EIDE es donde se forja la base, se fortalece el futuro.

La velocidad en Cuba está obsoleta, prácticamente no existe. Ahora rumbo a Tokio sólo el relevo femenino de 4x400 está dentro de la clasificación en el lugar 15 de los 16 que pueden asistir. Si otros dos países bajan nuestro tiempo, no vamos. ¿Qué velocista tenemos para ir, al menos a participar?

Han tenido resultados Roberto Skayers, el menos joven de todos, Harlen Pérez y Reinier Mena, pero no acaban de levantar. Antes los muchachos llegaban y ya eran capaces de ser campeones centroamericanos; ahora no tenemos uno que gane en la región. No se trabaja bien ni física ni psíquicamente con ellos. Quizás el regreso del profesor Tomás Pedroso pueda influir positivamente.

Por ejemplo, los estadounidenses cuentan con numerosas universidades de donde salen figuras a las que se les piden resultados en un año. No trabajan para dar frutos en una década como nosotros. ¿Qué es eso?

La velocidad es el resultado de una buena base de resistencia general, resistencia especial. En mi época teníamos que correr hasta 400 metros en el entrenamiento. Recuerdo un día que llega Irolán y me dice tan campechano él: “Hoy te tocan 10 mil”… Y tuve que correrlos. Dile ahora a Lescay o a Mena que lo hagan para que veas su respuesta: “¡Estás loco!”

Y así no se puede construir una sólida base para velocistas.

¿De esto se deduce que jamás volveremos a tener velocidad en la élite mundial?

Hasta que no se piense en una buena simiente para construir un edificio sólido, éste se derrumbará ante el menor viento. Te reitero, la comisionada nacional Yipsi Moreno, que fue una gran atleta, conoce del tema y está recuperando o tratando de recuperar terrenos perdidos.

¿Cómo es posible correr eliminatorias, semi final y final con buenos tiempos? Por la resistencia acumulada. Y Cuba está preparada, tenemos entrenadores que son científicos en la materia, pero no sé qué pasa.

Yo utilizaba mucho los libros de entrenamiento de la natación. En ellos está la verdad de lo que debe hacerse con la velocidad pura en cuanto al trabajo anaeróbico (deuda de oxígeno) se refiere.

¿Recuerdas cuando estuve en una base de entrenamiento en Panamá en el 2006 y preparé a Alonso Edwards, después subcampeón mundial en Berlín 09, detrás del fenómeno Usaín Bolt, RM 19,19 en los 200?

Los padres de Edwards decidieron enviarlo a estudiar a Estados Unidos y mira su resultado. Pero la base científica y técnica se la enseñé yo. Y por supuesto, añádele lo que recibió en Estados Unidos. Mira el resultado, 19 segundos 81 centésimas, por encima de los dos sprinters norteños.

Yo conviví con Blas Beato, José Godoy, Jorge Cumberbach, Julio Bécquer, Santiaguito Antúnez, Leandro Civil, Irolán Echevarría, Milán Matos, Sigfredo Banderas, Eladio Hernández, entre otros, unos con más estudios que otros pero todos elevaron el campo y pista cubano a cumbres insospechadas. ¿Qué sucede ahora?

Nosotros no teníamos ni pinchos ni sistemas de entrenamiento; eso sí ¡había unidad! unos se cuidaban a los otros. El Blas me daba la preparación general y cuando yo me quedé con Irolán al marchar el polaco, mantuve mis resultados. Había una compenetración tal que todo funcionaba.

Por supuesto, no soy un viejo ignorante. Con eso, en estos momentos, no se gana. Ahora la tecnología es superior, prácticamente lo domina todo. Hay videos, hay sistemas modernos de entrenamiento, la computación está en función de todo. O sea, todo debe unirse y ahí, sólo entonces tendremos resultados.

Hermes ¿qué sucedió en el 2009 cuando estabas feliz entrenando a tus sprinters?

Era yo el jefe técnico y en la preparación para los Juegos del Alba, tuvimos la oportunidad de entrenar en Jamaica, sobre una pista de hierva de un campo de criquet donde entrenaban los bólidos de ese país, y esta experiencia nos ofreció resultados muy favorables.

Los jamaicanos nos proporcionaron que nuestra primera figura, Roberto Skayers y su entrenador continuarán su preparación allí, pero el INDER se negó.

Eso hubiera representado un avance, una ventana de intercambios entre la máxima potencia de la velocidad en el mundo y nosotros que tenemos muy buenos exponentes en el campo: lanzamientos y saltos. Pero ¡nosotros mismos nos cerramos las puertas! Soy de la opinión que antes de lanzarlos a Europa, nuestros velocistas tienen que intervenir en el circuito caribeño.

Después de tantas decisiones incorrectas, al menos en cuanto a la velocidad se refiere, doy mi voto de confianza a Yipsi Moreno y su grupo de trabajo que han tratado de rescatar a hombres que, como Hermes Ramírez, poseen un caudal de sabiduría que no podemos desestimar.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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