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Cuba ocupa el lugar 178 entre una lista de 180 países que refleja la libertad económica de todas las naciones incluidas.
En otras palabras, según el ranking de libertad económica 2020 elaborado por la Fundación Heritage, Cuba es el tercer país con menos libertad económica del mundo.
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El fracaso administrativo de los sistemas totalitarios parece quedar en evidencia tras la elaboración del listado, pues por detrás de Cuba se ubican los regímenes de Venezuela y Corea del Norte, que figuran en el puesto 179 y 180, respectivamente.
De hecho, las tres naciones aparecen en la categoría de reprimidas en torno al indicador de libertad económica, junto a otras como Turkmenistán, Irán y Surinam, por mencionar algunas.
Cuba recibió una puntuación de 26.9 en una escala que llega a 100 y ha sido incluida en este último grupo desde 1995, obteniendo su máximo puntaje en 2005.
Encabezan la lista países como Singapur, Hong Kong, Nueva Zelanda, Australia, Suiza e Irlanda, que caen en la categoría de libres. En la de casi libres figuran Reino Unido, Dinamarca, Canadá y Estonia, ocupando los lugares 7, 8, 9 y 10. Estados Unidos se ubica en el lugar número 17, con 76.6 puntos/100.
La Isla además ocupa el puesto 31 entre 32 naciones indicadas en la región de las Américas, y su puntaje general es uno de los más bajos del mundo, como se ha podido apreciar.
“Para el régimen de Castro, la desesperación se está instalando a medida que la economía cubana comienza a desintegrarse. Las reformas impulsadas por el pánico se implementaron en 2019 para aflojar ligeramente el control del régimen, por ejemplo, codificando el derecho a la propiedad privada y la empresa privada y para hacer que la inversión extranjera sea la máxima prioridad”, explica la fundación sobre su criterio de selección.
“Cuba ha estado gobernada por una dictadura comunista durante seis décadas. Después de que Raúl Castro renunció a la presidencia, Miguel Díaz-Canel fue seleccionado como gobernante en 2018, pero Castro retiene el poder real como jefe del Partido Comunista y las fuerzas armadas, que controlan gran parte de la economía”, recuerda.
“Citando la continua represión del régimen al pueblo cubano y su promoción de la inestabilidad en Venezuela y Nicaragua, Estados Unidos ha vuelto a imponer controles más estrictos sobre los viajes y las interacciones financieras con la nación isleña. El aumento de las sanciones internacionales contra los aliados de Cuba en Venezuela ha privado a La Habana del petróleo subsidiado y las divisas necesarias para las compras de importación. El sector agrícola estatal está hambriento de inversiones y el sistema bancario es primitivo”, añade.
“La mayoría de los medios de producción son propiedad del estado. Las incautaciones de bienes por parte de la policía sin justificación legal son comunes. Prácticamente no hay separación entre el poder judicial, la Asamblea Nacional y el Partido Comunista, que puede nombrar o destituir a los jueces en cualquier momento. La corrupción es un problema grave que no se aborda. La ilegalidad generalizada impregna el limitado sector privado y la vasta economía controlada por el estado”, expone más adelante.
“El gobierno controla y regula la inversión extranjera. El sector financiero está fuertemente regulado, y la superficialidad del mercado financiero obstaculiza gravemente el acceso al crédito para la actividad empresarial. El estado mantiene controles de capital e intercambio”, finaliza.
Para confeccionar esta relación, la Fundación Heritage, radicada en EE.UU., toma de referencia una serie de fuentes, incluyendo el Banco Mundial.
De igual manera, se apoya en cuatro grupos de indicadores: Regla de la ley (subíndices de Derechos de Propiedad, Efectividad Jurídica e Integridad del Gobierno), Tamaño del Estado (Presión impositiva, Gasto público y Salud fiscal), Eficiencia regulatoria (Libertades empresariales, en el mercado laboral y en el mercado monetario) y Apertura de mercado (Libertad de comercio, de inversión y financiera).
La Fundación Heritage y The Wall Street Journal crearon el índice en 1995, inspirados en el espíritu de La riqueza de las naciones, obra de Adam Smith que sostiene que las "instituciones básicas que protegen la libertad de los individuos para perseguir sus propios intereses económicos resultan en una mayor prosperidad para la sociedad".
En febrero de 2020, el gobernante Miguel Díaz-Canel aseguró, en medio de una reunión ministerial, que era "muy perverso" opinar que la economía cubana era mala.
A pesar de las limitaciones financieras del país, el régimen no deja de destinar recursos a sus órganos represivos para dirigirlos contra opositores y periodistas independientes. El país mantiene un estado de “situación muy grave” en cuanto a libertad de prensa, según la clasificación que cada año realiza la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).
Además, la organización Freedom House (FH) estimó recientemente que el archipiélago constituye uno de los tres países de América donde no hay libertad en absoluto para sus ciudadanos, de acuerdo con el informe Libertad Global 2020.
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