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La página Naturaleza Secreta de Cuba compartió este miércoles en redes sociales una vista aérea del polémico basurero de la calle 100 en La Habana.
En las imágenes se puede advertir las emisiones de humo que invaden los vecindarios cerca del gran vertedero capitalino, las cuales a menudo originan numerosas quejas de la población.
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“Una neblina molesta no pocas veces a los vecinos y transeúntes de la calle 100 y de la autopista, pero no es precisamente una neblina más; quizás no se hayan obtenido antes imágenes como estas, por eso Naturaleza Secreta las comparte”, explica la publicación.
Según la página, el vertedero es “uno de los desafíos que tiene La Habana para lograr una mejor higiene ambiental de la ciudad. No basta con recoger mejor los desechos sólidos en cada barrio, un problema también sensible es qué hacer luego con ellos”.
“No pocas veces se ha soñado en Cuba con convertir estos espacios en fuente de generación de energía y disminuir, a la vez, la contaminación que hoy provocan, para ello se ha incorporado esa posibilidad a la cartera de proyectos de inversión extranjera, que tan difícil es materializar ante tantas presiones externas; pero no podemos cejar en el empeño de transformar esta realidad”, agrega.
En horas recientes, un cubano denunció que más de 250 mil residentes en los municipios habaneros de Marianao y La Lisa están siendo sometidos al humo tóxico resultante de la autocombustión del basurero de la Calle 100, conocido como "el Bote".
Según expuso, la quema de basura allí causa “una niebla sofocante y fétida que provoca tos, sensación de asfixia y molestia en la vista; esto a largo plazo se traduce en afecciones respiratorias crónicas como neumonía, asma, bronquitis, cáncer de pulmón, etcétera”.
“¿Cuántos hoteles más hay que construir para que se invierta en darle solución efectiva a este problema?”, se preguntaba.
En octubre de 2019, también fue expuesto que el humo por la combustión llegaba a contaminar toda la zona circundante, que se extendía por las calles donde circulaban los vehículos.
Asimismo, “el Bote” de calle 100 es conocido por el número de personas que acuden a él como un medio de subsistencia, hurgando entre los desperdicios en busca de objetos útiles o incluso alimentos. Algunos viven literalmente de lo que encuentran en ese lugar.
“Aquí tengo comida, ropa, cigarros, y no me cuesta nada”, declaró uno de los que se sustenta en el vertedero a un medio independiente en 2017.
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