Un lector denunció a CiberCuba la caída de grandes trozos de un balcón en la confluencia de la céntrica avenida Carlos III con la calle Almendares, en el municipio Plaza de La Revolución, en La Habana. El testigo precisó que se derrumbó solo y que afortunadamente no hubo que lamentar heridos.
Se trata de una acera muy transitada, justo enfrente de la Quinta de los Molinos y en las inmediaciones de otra importante arteria, la calzada de Ayestarán. Según se puede ver en las imágenes, los trozos de escombros caídos podían haber matado a cualquier persona que pasara por la esquina en ese momento.
Estos escombros sobre una acera vienen a recordar que el lamentable derrumbe de un balcón que acabó con la vida de tres niñas el 27 de enero, en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja, es una tragedia que puede repetirse en cualquier momento, y ello por el pésimo estado constructivo de muchas edificaciones en la Isla, gran parte de ellas habitadas.
Luego de la tragedia de La Habana Vieja -y ante el temor creciente de los vecinos de la zona- decenas de edificiones en peligro de derrumbe han sido identificadas y señaladas en un mapa de Google, una iniciativa que surgió en las redes sociales y que ha tenido amplio seguimiento.
Este incidente, ocurrido a varios kilómetros y en un municipio diferente a la tragedia de Jesús María, evidencia que en La Habana sigue siendo cuestión de suerte no estar en el lugar equivocado a la hora equivocada, cuando de un derrumbe se trata.
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