El Parque Casallas ha sido desde siempre un poco la fachada y otro poco el corazón del hermoso pueblo de Placetas, en tanto se ubica en Carretera Central, Avenida Máximo Gómez, entre 1era y 2da del Oeste. Tal vez por ello, es que se ejecuta desde hace meses una restauración de la cual todavía falta el piso, terminar la glorieta y algunas otras precisiones, según informó el periódico villaclareño Vanguardia, y la emisora de Santa Clara CMHW.
El actual Parque Casallas fue antes la Plaza de Armas, un espacio vacío rodeado por 25 laureles sembrados en 1880. También se sembraron estos árboles a ambos lados de las principales calles sobre todo en la entrada y salida del pueblo y en otros espacios públicos. Es por ello que comienza a llamársele, a Placetas, la Villa de los Laureles.
En 1927 quedan terminadas las grandes obras de reforma del parque, renombrado en honor al patriota independentista cubano Rafael Casallas Monteagudo, por su valentía y actitud digna en el combate frente las tropas españolas. Casallas murió en una acción donde se abalanzó con sus tropas en la Guerra del 95.
El 14 de mayo de 1950 se inaugura el obelisco en homenaje a las madres por iniciativa de la Logia Orden Caballeros de la Luz. Sin embargo, hay que decir también que existían dos paseos, divididos por jardines, en los que paseaban los blancos por la parte interior y los negros por la parte exterior. En 1980 se sembraron 25 Laureles y se situaron de nuevo los bancos de madera pero a pesar de esto el parque necesitaba una restauración total, que se emprendió recientemente.
Parte importante del patrimonio histórico del municipio, y principal centro cultural y recreativo, el Parque Casallas fue el lugar donde se desarrollaron exhibiciones de Danzón, Conciertos de la Banda Municipal de Música y actos patrióticos diversos, pues en el parque se sitúan el Obelisco de mármol al coronel Rafael Casallas Monteagudo, el busto del coronel independentista Alberto Rojas Espinosa, el Rincón de las madres, y el Monumento a la liberación de Placetas.
Debo decir que mi alegría por la noticia de la remodelación del Parque Casallas se debe en parte a razones personales pues a ese pueblo se vincula la historia de mi familia. Mis abuelos por parte de madre vivían en un remoto lugar, sin electricidad y con pisos de tierra, llamado La Conchita, a quince o veinte kilómetros de Placetas, que era de todos modos, el pueblo próximo más próspero y desarrollado.
Mi abuelo solía hacer el larguísimo viaje de La Conchita hasta Placetas para vender en el pueblo productos del agro, y sostener así, malamente, a su esposa y seis hijos. Casi analfabeto, pero con alma de poeta, Atilano Fuentes, que así se llamaba mi abuelo, concibió alrededor de 1949, unas décimas dedicadas a Placetas, la Villa de los Laureles, que aluden al Parque Casallas, y celebran las bellezas del pueblo.
Las décimas jamás fueron publicadas, por supuesto, pero mi madre y mi tía conservaron en su memoria octogenaria algunas estrofas que demuestran lo que significaba para ellos Placetas y su Parque Casallas:
“Placetas, pueblo risueño/ laureles son tus adornos/ y orgullecen tus contornos/ a todos los placeteños./ Mas yo, con crecido empeño/ desde que te conocí/ he arrancado para ti/ de mi lira un argumento/ contemplando el monumento/ de nuestro Apóstol Martí.”
Otra de las estrofas alude, explícitamente, al reconocible parque. “Su parque lo bautizaron/ con el nombre de Casallas/ aquel que en duras batallas/ los españoles mataron/ su cadáver lo arrastraron/ por las calles, y considero/ que en el universo entero/ olvidarlo no conviene/ pues nuestro Placetas tiene/ recuerdo imperecedero.
“Placetas tiene en su historia/ que el blanco céfiro azota/ y en cuyo parque se nota/ ocho palmitas que son/ la firma recordación/ de ocho mártires patriotas”.
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