Este fin de semana el humorista Marcos García Rodríguez ofreció una declaración en Facebook en la que descifra cómo opera la censura en Cuba, tras su reciente denuncia del cierre por parte del ICRT de su sección El cartel del Minuto, en el programa A otro con ese cuento.
“Yo no puedo probar que en mi caso hubo censura política. No lo creo, y si lo creyera no lo podría demostrar, porque cuando en Cuba se aplica la censura política contra un artista es muy difícil que se pueda demostrar o probar”.
El artista argumenta que existen muchas estrategias o excusas para sacar a cualquier artista del medio para que no moleste en la televisión. En caso de que ninguna de ellas funcione queda finalmente algo llamado por Alejo Carpentier como el “Recurso del Método” que en la Televisión Cubana se traduce como “Sanción al Compañero Artista”.
En tales casos es muy difícil ver a un funcionario del ICRT poner su cara para decir que se ha aplicado la censura. Según Marcos el método no funciona así.
No existen documentos oficiales en los que quede testimonio de la censura a artistas como Celia Cruz, Albita Rodríguez, Annia Linares, Olga Guillot, Willy Chirino, entre otras figuras.
Tampoco existen documentos sobre la prohibición de escuchar a The Beatles, ni de la salida del aire del programa de Armando Calderón. Marcos asegura que no hay pruebas físicas porque son órdenes dadas y cumplidas. “Todos lo saben, pero nadie puede probar nada ante un tribunal”.
Marcos ya esperaba una posible censura a la sección El cartel del minuto en el programa A otro con ese cuento, pues había sido avisado de modo extraoficial por personas cercanas a la cúpula de la Televisión Cubana y del Ministerio de Cultura.
Fue este tema el centro de su declaración el pasado sábado, en la que señalaba: “Estoy censurado, aunque no me lo han dicho directamente. Sencillamente no me han renovado el contrato. Llevo años haciendo mi sección sin firmarlo; estoy en España, no voy a ir a Cuba solo a firmar un contrato”.
En su comentario del sábado, Marcos concluía diciendo que estaba tan triste en Europa, sabiendo que la televisión cubana no lo quería, que para quitarse la depresión iba a desayunar un churro con chocolate. Algunos de sus seguidores se sintieron afectados, pero el humorista asegura que simplemente hizo uso de la figura retórica de la ironía.
Marcos afirma que vive muy tranquilo en España, tiene mucho más de lo que esperaba tener y gracias a su público, le quiere mucha gente más de la que merece.
Dedicó un espacio en su post de Facebook a una aclaración a CiberCuba en la que dice no considerarse víctima de la censura, sino en todo caso favorecido por la Televisión Cubana al inventarse una excusa tan vieja como esta para dejarlo fuera de su cacicazgo.
Para el Hijo de Teresa este hecho más que una censura es un ajuste de cuenta. Es el resultado de no haber callado durante mucho tiempo ante personas que actualmente tienen cargos de dirección.
“Hoy en día la censura política en Cuba es casi un honor para un humorista como yo. La lista de artistas cubanos que han sido censurados en los últimos 60 años tiene en común personas con talento e inteligencia. Si me meten en esa lista es como si me hubieran dado una medalla. Lamentablemente creo que no reúno los méritos suficientes para ser una víctima de la censura política.”
Marcos termina su video asegurando que la Televisión Cubana no lo ha censurado y fue un error decir tal cosa en su video anterior. La sección de El cartel del Minuto continuará haciéndola, en adelante podrán verla en su canal de youtube, Marcos Garcia el hijo de Teresa.
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