La compañía Western Union planea suspender los envíos de remesas a Cuba desde terceros países a finales de febrero, lo que limitaría la emisión de transferencias financieras a sus sucursales en el territorio de Estados Unidos.
De acuerdo con un comunicado enviado este miércoles a CiberCuba, la restricción entraría en vigor el próximo 26 de febrero.
“Debido a los particulares desafíos que plantea el funcionamiento de los servicios de remesas a Cuba en países fuera de Estados Unidos, Western Union pudiera perder su capacidad para operar servicios de transferencia de dinero a Cuba desde el extranjero. Si se produce este cambio, será efectivo el 26 de febrero de 2020", dijo Margaret D. Fogarty, portavoz de Western Union para el área de las Américas.
La funcionaria aclaró que los clientes de Western Union podrán continuar enviando dinero a Cuba desde el territorio de Estados Unidos y Puerto Rico mediante la aplicación móvil de la corporación, a través de la página digital WU.com o visitando las tiendas minoristas.
"Entendemos el impacto que esto puede tener en nuestros clientes y mantendremos un seguimiento directo con ellos en el transcurso de esta situación", manifestó Fogarty.
La entrada en vigor de la medida pondría fin a las transacciones que desde 2016, Western Union realiza, con autorización del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, para tramitar envíos de dinero desde cualquier lugar del mundo a Cuba.
La declaración de Western Union se produce luego de que la red de sucursales de la empresa alrededor del mundo comenzara a recibir la advertencia de la posible suspensión a partir de este mes. Una copia de los mensajes fue reproducido este miércoles por el periodista Ignacio Luis González en su sitio En Caliente Prensa Libre, lo que disparó de inmediato las alarmas sobre el asunto; el diario El Nuevo Herald tuvo en adelanto el comunicado de la compañía.
El impacto en la reducción del flujo de dinero desde Western Union hacia la isla no sería altamente severo, pues se calcula que más del 85 por ciento de las remesas con destino a Cuba se emiten desde Estados Unidos. El dinero que fluye a Cuba desde otros países no se circunscribe al mercado de Western Union, sino que se tramita a través de múltiples bancos, empresas comerciales y agencias de viaje, sin límites en el monto enviado.
Sin embargo, no deja de añadir otra barrera a las operaciones de dinero con destino a los residentes en Cuba, tras la decisión de la administración de Donald Trump de limitar a $1,000 dólares trimestrales el envío de remesas familiares y eliminar las las donaciones a ciudadanos cubanos desde Estados Unidos.
La eventual medida se anuncia en momentos en que Western Union está considerando también entregar en dólares estadounidenses (USD) las remesas enviadas a personas en Cuba, lo que permitiría a la vez realizar depósitos directos en las tarjetas magnéticas habilitadas para las nuevas tiendas en divisas del país. La decisión marcaría un viraje en las entregas de remesas en efectivo a los residentes de la isla, las cuales se realizan actualmente en pesos convertibles (CUC).
La alternativa de cambiar el pago de remesas de CUC a dólares surgió a propuesta del gobierno cubano, luego de la apertura para ventas en dólares de unas 80 tiendas de artículos electrodomésticos, motos y piezas de autos a lo largo del territorio nacional, el pasado octubre. La medida gubernamental tiene como propósito urgente la recaudación de moneda dura en medio de una crisis de liquidez de las finanzas de la isla.
No está claro si la decisión de Western Union se deriva de alguna regulación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos como parte de la política de cerco financiero al régimen cubano. En octubre, la compañía anunció que estaba en proceso de actualizar sus sistemas operativos para cumplir con las restricciones implementadas por el gobierno de Trump sobre remesas y envíos de dinero a la isla.
Western Union, con sede en Denver, Colorado, proporciona servicios de transferencia de dinero a Cuba a través de más de 420 sucursales radicadas en 168 municipios del país. Aunque la compañía no reporta datos sobre el valor de sus transacciones, es el mayor operador de los $3,500 millones que anualmente llegan en remesas a destinatarios radicados en la isla.
Las tarifas impuestas por Western Union oscilan entre el 9 y el 15 por ciento dependiendo del tiempo de entrega y el método de pago utilizado para la transacción, mientras que el gobierno cubano recibe aproximadamente el 20 porciento del recargo pagado por los clientes.
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