El cementerio de Santa Clara y la funeraria Las Villas, una de las principales de la ciudad, están en completo estado de abandono.
Tanto la insuficiente disponibilidad de sepulturas y la consiguiente deslocalización de los restos mortuorios de varios seres queridos son realidades de cada día en este camposanto. No pocas familias villaclareañas se encuentran consternadas ante “la falta de espacio” para sepultar a los suyos.
Un reciente reporte del semanario provincial Vanguardia da fe de cómo los servicios funerarios en Cuba siguen generando angustias y quejas de todo tipo debido al insensible proceder de la empresa de Servicios Comunales.
“El cementerio parece tierra de nadie. Flores y coronas marchitas, basura y escombros complementan un paisaje ya de por sí lúgubre. Uno de los trabajadores del centro reposa plácidamente sobre una tumba, mientras otro, quema ¡restos de ataúdes!, no muy lejos de un osario abierto que exhibe los huesos de un cadáver”, describe el texto.
“Dentro de varios sepulcros descansan restos de personas que no pertenecen a las familias propietarias de estos espacios. La carencia de osarios y bóvedas motiva tales soluciones”, indica el reporte.
En el año recién concluido se terminaron 900 osarios pero se dejaron de construir 42 bóvedas, según el balance realizado por Nilka Ramos, la directora de Servicios Comunales en la provincia. Según plantea, esa realidad hace que la ocupación de panteones sea un problema crítico en estos momentos.
Por si todo ello fuera poco, a esa realidad se suma la desidia de los trabajadores funerarios, la falta de higiene, el enyerbamiento y hasta la existencia de panteones inundados, a los cuales es preciso extraerles el agua mediante el empleo de cubos.
“El problema con las inundaciones es permanente y tampoco tenemos una turbina que alivie la situación, a pesar de haberla pedido al municipio", explica Gustavo Fuentes Regalado, quien funge como administrador del camposanto santaclareño.
La quema de ataúdes a la intemperie y a la vista de los dolientes, es otra de las realidades que se han denunciado con anterioridad, y que además afecta considerablemente a los vecinos de las calles circundantes al cementerio, quienes deben convivir con el humo que desprende la incineración de los sarcófagos dentro del perímetro del camposanto.
Fuentes refirió que los 38 trabajadores actuales, —cinco menos de los que demanda el lugar—, no pueden erradicar por sí solos el alto grado de deterioro y desatención que hoy padecen cientos de tumbas.
"Tratamos de reparar los panteones estatales, pero en el caso de los particulares, los dueños deben efectuar el mantenimiento. Nosotros solo podemos informarles a las familias sobre las condiciones de su propiedad, y de no existir descendientes vivos, entonces pasan a manos del Estado", indicó el administrador de la entidad más cuestionada dentro de los Servicios Comunales en la provincia, pero no la única.
El tránsito a la morada final tampoco está exento de escollos y dificultades. A solo unos meses de la reconstrucción capital de Las Villas, principal funeraria de la capital provincial, ya presenta filtraciones en las paredes debido a la deficiente reparación del sistema hidráulico.
“¿La conclusión?: trabajo y recursos derrochados producto de una mala planificación por parte de la Empresa Municipal de Servicios Comunales y la entidad ejecutora”, sentencia Vanguardia, a la vez que señala que la transportación de los dolientes hasta el cementerio municipal es otra de las grandes insatisfacciones.
"Aseguramos el traslado hacia el cementerio; pero, en ocasiones, por la situación del combustible o la falta de vehículos no hemos podido garantizarlo", explicó Eduardo Ruíz Fariñas responsable de ese servicio desde ómnibus escolares.
Si bien resultan vergonzosas las deplorables condiciones que hoy padecen los servicios funerarios en Santa Clara, esas realidades no son exclusivas de este territorio, con anterioridad CiberCuba ha denunciado también el triste panorama que exhiben provincias como Sancti Spíritus y Holguín.
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