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PEKÍN, 23 ene (Reuters) - China decretó una cuarentena el jueves en dos ciudades con millones de habitantes que están en el epicentro de un nuevo brote de coronavirus que ha acabado con la vida de 17 personas y ha infectado a casi 630, mientras autoridades sanitarias intentan impedir una pandemia mundial.
Los responsables sanitarios temen que la tasa de transmisión se acelere, ya que cientos de millones de chinos se desplazarán dentro del país y al extranjero durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar, que comienza el sábado.
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Se cree que la cepa del virus, hasta ahora desconocida, surgió a finales del año pasado del comercio ilegal de animales salvajes en un mercado de la ciudad de Wuhan.
La mayor parte del transporte en Wuhan, una localidad de 11 millones de habitantes, fue suspendida en la mañana del jueves y se pidió a los ciudadanos que no abandonen la ciudad. Horas más tarde, medios estatales en la vecina Huanggang, de unos 7 millones de personas, anunció una prohibición similar.
"Aislar a 11 millones de personas no tiene precedentes en la historia de la salud pública", dijo Gauden Galea, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Pekín.
El Ministerio de Educación de China dijo que las escuelas no deberían realizar grandes eventos o tomar exámenes. La capital canceló importantes eventos públicos, incluidas dos ferias de templos del Año Nuevo Lunar, dijo el periódico Beijing News.
Aeropuertos en todo el mundo están revisando pasajeros que llegan de China. Hong Kong, que tiene dos casos confirmados, está convirtiendo dos campamentos de vacaciones en estaciones de cuarentena como medida de precaución. Taiwán ha prohibido a cualquier persona de Wuhan ir a la isla.
En China, la gente buscaba formas de protegerse. "Yo voy directo a donde tengo que ir y luego me voy a casa", dijo Li Meihua, de 79 años, detrás de una máscara, en Shanghái. "También cambié mi dieta, ahora me volcado al vegetarianismo".
No existe vacuna para el virus, que se puede propagar por vía respiratoria. Los síntomas incluyen fiebre, dificultades para respirar y tos, similares a muchas otras enfermedades respiratorias.
Una investigación preliminar sugirió que se transmitió a los humanos a través de las serpientes, pero el asesor médico del gobierno Zhong Nanshan también identificó a los tejones y las ratas como otras posibles fuentes.
De los ocho casos conocidos fuera de China, Tailandia ha confirmado cuatro, mientras que Japón, Corea del Sur, Taiwán y los Estados Unidos han registrado uno cada uno.
Medios estatales transmitieron imágenes de uno de los centros de transporte de Wuhan, la estación de ferrocarril de Hankou, casi desierta, con las puertas bloqueadas o enrejadas. El Gobierno instó a los ciudadanos que no abandonen la ciudad.
Las cabinas de peaje de las autopistas de Wuhan también estaban cerrando, según medios estatales, lo que cortaría de facto las salidas por carretera. Había guardias patrullando las principales carreteras, dijo un residente a Reuters.
Mientras la ciudad caía en el aislamiento, los residentes acudían a los hospitales para someterse a revisiones y luchaban por conseguir suministros, vaciando las góndolas de los supermercados y haciendo colas para conseguir gasolina.
Las autoridades de Huanggang ordenaron el cierre de instalaciones de ocio cubiertas como cines y cafeterías con internet, al tiempo que pidieron a los residentes que no abandonaran la ciudad, salvo en circunstancias especiales, según los medios estatales.
PROPAGACIÓN DEL VIRUS
En contraste con su secretismo sobre el Síndrome Respiratorio Agudo y Severo (SARS) del 2002-03, que acabó con la vida de casi 800 personas, el Gobierno comunista de China ha proporcionado esta vez actualizaciones periódicas para evitar el pánico antes de las festividades.
Durante una visita a Wuhan, el viceprimer ministro Sun Chunlan dijo que las autoridades deben ser abiertas en lo referente al virus y sus esfuerzos para contenerlo, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que decidirá el jueves si declara el brote como una emergencia sanitaria mundial, lo que aumentaría el nivel de respuesta global. Si hace esto, sería la sexta emergencia sanitaria pública internacional que se declara en la última década.
Pese a la respuesta china, los mercados bursátiles de toda Asia cayeron el jueves, liderados por desplomes cercanos al 1,5% en Hong Kong y Shanghái, mientras que el yuan se depreció a un mínimo de dos semanas.
(Reporte de Yawen Chen, Se Young Lee y Sophie Yu en Pekín, Sam Shen y Engen Tham en Shanghái, Ben Blanchard en Taiwán, Alison Lui y Donny Kwok en Hong Kong, John Geddie y Aradhana Aravindan en Singapur, Stephanie Ulmer-Nebehay en Ginebra, Kate Kelland y Elizabeth Howcroft en Londres; escrito por Michael Perry; editado en español por Carlos Serrano y Javier Leira)
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