La Letra del Año es la ceremonia más importante de la Regla Osha Ifá. Se trata de una predicción que se realiza con un complejo sistema oracular y cuyo fin supremo es mantener o alcanzar la armonía y el equilibrio, desde lo individual hasta lo social.
El origen de esta práctica está en la Cultura Yoruba que nace en Nigeria. Llegó a Cuba con los esclavos y en la actualidad muchos religiosos, antropólogos e historiadores coinciden en que es la Isla el territorio que mejor conserva estas tradiciones.
Los religiosos cubanos no pretenden por ello imponer sus designios, sino conseguir cada vez mayor conciliación entre la comunidad yoruba del mundo. Desde el año 2016 vienen impulsando un proceso de unificación de criterios de distintas ramas o familias.
La Letra del Año es la reunión más importante que tienen los babalawos. Tras su consulta al Oráculo de Ifá, ofrecen orientaciones a sus devotos sobre cómo dirigirse en el nuevo período ante los posibles retos a los que se enfrentarán.
Esta ceremonia se realiza en Cuba, Nigeria y otros lugares del mundo, desde hace varios siglos. Puede darse en diferentes fechas según la rama religiosa de que se trate.
La Letra del Año se realiza en Cuba desde el siglo XIX
El primer babalawo cubano que dio la Letra del Año fue Remigio Herrera, Obara Meyi, Adeshina, quien era de origen africano. Para organizar la ceremonia se apoyaba en cinco de sus ahijados.
No quedó documentada la fecha de la primera vez que se presentó la Letra del Año en la Isla, pero si se conocen muchos datos de Adeshina (Corona que hace fuego) quien arribó a Cuba como esclavo en 1830.
En el año 1902, Adeshina estaba muy débil y uno de sus ahijados dio continuidad a la tradición. Tata Gaytán asumió la responsabilidad de liderar la ceremonia de la Letra del Año, con el apoyo de ahijados y babalawos experimentados.
Adeshina muere en el año 1905 y su sucesor fue Bernardo Rojas quien, habiendo heredado las deidades mayores de su padrino, asume la dirección de la Letra del Año, tutelado por Tata Gaytán.
Bernardo Rojas falleció en el año 1959 y su sucesor fue el Dr. José Herrera, quien también heredó las deidades de Adeshina, aunque compartió la responsabilidad de la Letra del Año, con Joaquín Salazar que era el Babalawo mayor y Oba de la rama.
Los Babalawos mayores mantuvieron viva la tradición, con la mayor discreción, privacidad e intimidad del humilde grupo religioso. En la actualidad participan de la ceremonia representantes de distintas ramas.
La Asociación Cultural Yoruba de Cuba presentó en su página de Facebook la Letra del Año para el 2020 que contiene elementos para tener en cuenta en este año bajo el gobierno de Oshún, acompañada de Obbatalá.
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