El ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, llamó este jueves a incrementar las medidas de ahorro de energía en todo el país, debido a que no se ha logrado superar la severa crisis de combustible.
“Hay que mantener e incrementar las medidas de ahorro, que nadie se confíe. Estamos muy tensos, muy tensos en el combustible y hay que seguir pensando en incrementar todo lo posible el ahorro de portadores energéticos”, recalcó.
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Ante los diputados de la Asamblea Nacional, el funcionario anunció también que el salario medio en 2020 alcanzará los 989 pesos, superior en 112 pesos al de este año, y que el 40 por ciento de las importaciones se concentrarán en alimentos y combustibles.
Gil volvió a retomar el viejo y gastado discurso del uso eficiente de los recursos, el mismo que adoptara el gobernante Miguel Díaz-Canel meses atrás, cuando dijo ante las cámaras de televisión que era necesario volver a las medidas de austeridad del periodo especial más fuerte.
En septiembre pasado, la escasez de petróleo se agravó tanto que el gobierno tuvo que implantar disposiciones de emergencia en todos los sectores para paliar la crisis energética.
La reducción de las jornadas laborales y estudiantiles, el cambio de horario de fábricas hacia las horas de la madrugada, la transportación de alimentos de la canasta básica en yuntas de bueyes y el cese del funcionamiento de los equipos de aire acondicionado en centros de trabajo, fueron algunas de las medidas adoptadas.
El sector más afectado fue sin dudas el del transporte. Ante la ausencia de ómnibus públicos, agentes de la policía fueron ubicados en las paradas de ómnibus para obligar a los conductores estatales a trasladar a la población agobiada. Por otra parte, los viajes interprovinciales por guaguas y trenes fueron reducidos al mínimo.
En este escenario, Raúl Castro aseguró este viernes en la clausura del XI Pleno del Comité Central del Partido, que si se trabaja con optimismo y organización se puede resistir lo que venga.
“Seguiremos avanzando, administrando bien los recursos que tenemos y haciendo del ahorro una batalla diaria, de una punta a la otra del país”, dijo.
“Ante las amenazas del enemigo, cada uno desde su barrio, desde su comunidad, debe estar listo para salir al combate y hacer suya aquella frase que dijimos cuando el fallecimiento del Comandante en Jefe de la Revolución cubana: ‘¡Yo soy Fidel!’”, exclamó.
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