El dirigente opositor venezolano y presidente legislativo, Juan Guaidó, capitaneó el rescate de una legisladora en peligro de secuestro por la contrainteligencia del régimen de Nicolás Maduro, que no renuncia a la campaña de acusaciones y desprestigio de sus opositores a escasas semanas de la elección de la junta directiva de la Asamblea Nacional.
Al saberse sitiada en su residencia por agentes de la Dirección General de la Contrainteligencia Militar (DGCIM), la diputada Yanet Fermín avisó a través de las redes sociales del intento de arrestarla, sin orden judicial y pese a la inmunidad que como parlamentaria le protege, informó el diario español El Mundo.
"El régimen trata de amedrentar mi domicilio", tuiteó Fermín junto a un video en el que advertía del peligro que corría.
En poco tiempo, Guaidó y los también legisladores Delsa Solórzano y Adriana Pichardo, acudieron en ayuda de Fermín, acompañados de abogados especializados en Derechos Humanos, y de ese modo consiguieron quebrar el cerco de los agentes del régimen.
El repentino operativo contra la legisladora fue precedido por una orden del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para violentar la inmunidad de otros cuatro asambleístas, incluyendo a Jorge Millán, vicepresidente primero en la candidatura de Guaidó.
La actual ofensiva del gobierno intenta impedir que Juan Guaidó consiga los votos suficientes para mantenerse al frente del Parlamento democrático.
La Sala Plena del TSJ se reunirá el lunes para iniciar un proceso contra Jorge Millán, Hernán Alemán, Carlos Lozano y Luis Stefanelli, a quienes acusará de traición a la patria, conspiración, rebelión civil y otros presuntos delitos políticos, como parte de una estrategia para minar las fuerzas de los opositores en la Asamblea Nacional.
La creciente persecución del régimen ha llevado al exilio a más de 20 parlamentarios, y con ello ha alterado significativamente la composición del Parlamento. El retorno a la AN de unos 50 diputados chavistas y el descenso del total de opositores en el hemiciclo, causado por el hostigamiento, obstaculiza una reelección de Guaidó como presidente legislativo que parecía segura.
Horas después del intento de allanamiento de su vivienda, la diputada Yanet Fermín denunciaba que los agentes de la DGCIM renovaron su hostigamiento.
"Con todos estos actos no lograrán intimidarme, ni quebrantar mi espíritu de lucha. Ni tú @nicolasmaduro, ni tu combo de asesinos podrán doblegar mis principios", advirtió en otro tuit la parlamentaria, que milita en Voluntad Popular (VP), partido de Guaidó y de Leopoldo López, actualmente refugiado en la Embajada de España en Caracas.
Esta semana, unos 20 partidos de la Unidad Democrática y de su entorno ratificaron su apoyo al presidente encargado. Como parte de su campaña de descrédito de los opositores, el gobierno acusó a Yanet Fermín y a su compañero de grupo parlamentario Fernando Orozco de liderar una "operación terrorista", para asaltar un cuartel militar en el estado Sucre y entregar su arsenal a paramilitares provenientes de Colombia.
"Quieren generar desestabilización para buscar la foto tenebrosa del baño de sangre y que los medios en el mundo dijeran mira cómo está Venezuela. La célula terrorista está dirigida por Leopoldo López y el gobierno de Iván Duque", repitió por enésima vez el vicepresidente Jorge Rodríguez.
En el colmo de su arremetida, el gobierno insinuó que Guaidó estaba ebrio durante el rescate de la diputada, cuando numerosos vídeos prueban la falsedad de esa afirmación. Y para que no queden dudas, el régimen ha calificado a Fermín y Orozco como prófugos de la justicia, según el mismo reporte de El Mundo.
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