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Con una sintaxis que pareciera dictada desde el Departamento Ideológico del Comité Central del Partido, ahora la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, han cursado una “contundente respuesta” al escritor peruano-español Mario Vargas Llosa, luego que este ofreciera sus valoraciones personales sobre la actualidad latinoamericana a Televisión Martí.
La UNEAC calificó de “ofensiva y calumniosa profecía” las reflexiones del autor de La ciudad y los perros acerca de la realidad cubana, sobre todo cuando expresó que la isla “sufre desde hace 60 años una dictadura terrible, que parece haber destruido las raíces a favor de la libertad, de la democracia, pero yo creo que esas raíces están allí y en cualquier momento el pueblo cubano nos va a dar una sorpresa”.
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A lo que ripostó en su pronunciamiento la UNEAC: “La sorpresa que cada día ofrece el pueblo cubano es la de ser más revolucionario, más firme, más creativo, más solidario, más socialista, más digno. La de estar cada día más unido en torno a los ideales de Martí y de Fidel”.
El mensaje que supuestamente representa el sentir de la intelectualidad cubana, es una pieza canónica de la retórica del régimen, y no hace más que confirmar la visión del premio Nobel 2010 durante su entrevista: “en Cuba no se sabe exactamente qué es lo que ocurre, da la impresión de que la represión ha sido tan fuerte que el país está como en un compás de espera”.
A lo que respondieron los copistas de la UNEAC: “Evidentemente, Vargas Llosa no nos conoce. Desde hace demasiado tiempo perdió la noción de la realidad de cuanto acontece entre nosotros”, a la vez que acusan al escritor de incentivar una rebelión popular en la isla:
“Intenta estimular con un desvergonzado y delirante presagio, la iniciativa de un levantamiento interno, que tendría obviamente el respaldo del Imperio y sus aliados”, señala el pronunciamiento.
Mario Vargas Llosa, quien por estos días ha promocionado en Miami su libro Tiempos Modernos, aseguró que tanto Cuba como Venezuela han tenido una intromisión en otros países de América Latina, a la vez que señaló lo acontecido en Bolivia como “una demostración de que uno puede librarse de la mala influencia de Venezuela, de Cuba, de Nicaragua”.
“Yo tengo la impresión de que el viejo sueño guerrillero ha muerto y que hoy en día se sabe que ese no es el camino. Si se quiere salir del subdesarrollo la opción es la democracia, la libertad, la coexistencia en la diversidad y creo que ese es más o menos el rumbo que están tomando los países de América Latina más lúcidos, que saben lo que está en juego”, declaró.
Y lo dicho por Vargas Llosa fue suficiente para agitar el sentimiento de barricada dentro de la presidencia de la UNEAC, que en su pronunciamiento de este 10 de diciembre tilda de infame al también premio Cervantes:
“La vanguardia del movimiento artístico y literario cubano rechaza categóricamente los insultos y mentiras que el señor Vargas Llosa propala sin sonrojo. Junto a su bien ganado reconocimiento literario, tendrá sin duda un sitio en la historia universal de la infamia”.
Vargas Llosa ha sido un crítico furibundo de los regímenes dictatoriales o autoritarios más allá de la filiación ideológica de estos. Ha denunciado tanto las arbitrariedades y abusos del régimen cubano como a la dictadura militar en Argentina en su momento.
En 1976 el autor de La Fiesta del Chivo envió una carta al dictador argentino Jorge Rafael Videla para denunciar que bajo su régimen militar se amparaba la persecución, tortura y asesinato a intelectuales.
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