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Especialistas cubanos alertaron de los riesgos que enfrenta la provincia de Holguín con el cambio climático, especialmente aquellas zonas que por estar más bajas son más vulnerables, como la parte costera que abarca a Gibara; la playa Morales, en Banes; la playa Corinthya, en Mayarí y la región de Moa.
Según los participantes en el Tercer Taller de Agroecosistemas Áridos, estos sitios serán los primeros en sufrir el impacto del cambio climático, pues con que el nivel del mar se eleve solo en 85 centímetros, sus residentes tendrán que emigrar tierra adentro hacia otros lugares, una realidad que vendría a empeorar aún más la grave escasez de viviendas que padece el país.
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“El problema es que serán más personas en el mismo espacio, pues van a invadir zonas aledañas a la ciudad y eso trae consigo menos áreas para producir alimentos. Habrá una gran contradicción”, subrayó el doctor en ciencias Alejandro Miguel Fernández.
En opinión del experto, tal afectación traerá además la desaparición o reducción de especies polinizadoras, lo cual obligatoriamente influirá en la disminución de la producción de alimentos.
En el encuentro, investigadores de organizaciones como la Asociación Cubana de Producción Animal, abogaron por tratar de cambiar la mentalidad de los ganaderos del área para que se adapten a las nuevas condiciones ambientales, mediante la siembra en las áreas de pastoreo de arbóreas y plantas proteicas que sirven para el alimento animal.
Los especialistas cubanos prevén para el 2050 que la elevación de las aguas alcance los 29.3 centímetros, sobre todo zonas costeras bajas y humedales. Un pronóstico que agravaría también los efectos de las urgencias ocasionadas por el paso de los huracanes, al cubrir el mar mayores espacios en los asentamientos poblaciones y terrenos cultivables afectados.
Actualmente hay 93 asentamientos costeros amenazados por la subida del nivel del mar. Dos de estos poblados son Tunas de Zaza y Médano, en Sancti Spíritus, que según han alertado las autoridades medioambientales, están destinados a desaparecer.
El gobierno cubano aprobó en 2017 la Tarea Vida, un plan de medidas para minimizar los efectos del cambio climático, que contempla cinco acciones estratégicas y 11 tareas dirigidas a neutralizar los daños en las zonas vulnerables.
Una de ellas es la reubicación de la población. En mayo de este año, el gobierno de la provincia de Cienfuegos anunció que reubicará más de 11 mil viviendas de manera paulatina debido a los peligros, vulnerabilidades y riesgos que corren ante el incremento de fenómenos naturales.
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