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La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, presentó este domingo la ley que permitirá convocar a nuevas elecciones en ese país, después de varias semanas de crisis política agudizada por protestas y enfrentamientos entre partidarios y opositores a Evo Morales.
"La ley que acabamos de promulgar es la que los bolivianos queremos (...) llegamos a este día con la satisfacción del deber cumplido. Este es el objetivo de mi Gobierno: nuevas elecciones en el menor tiempo posible", dijo la mandataria interina.
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Áñez agregó que la nueva ley establece plazos para elegir un nuevo Tribunal Supremo Electoral, "que no será resultado de maquinaciones oscuras como lo hizo el Gobierno de Evo Morales".
Ese nuevo tribunal será elegido en un plazo de 20 días y cuando sus vocales asuman sus funciones deberán convocar a comicios generales en el plazo de 48 horas, apunta el medio local El Deber.
El "Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de Elecciones Generales", como se nombra la nueva ley, deja sin validez las elecciones del 20 de octubre pasado, que provocaron las manifestaciones contra el líder indígena por ganar en una primera vuelta tras un presunto fraude.
Entre los 24 artículos y 5 disposiciones finales, aprobados por unanimidad este sábado en las dos cámaras del Congreso boliviano, se establece que ni Morales ni su vicepresidente Álvaro García podrán presentarse en los próximos comicios.
Las nuevas elecciones contarán con el asesoramiento y el apoyo técnico y económico de la Unión Europea (UE) y de Naciones Unidas, especifica el citado medio.
De momento, el expresidente que se encuentra como asilado político en México, no se ha referido a esta nueva ley y continúa en redes sociales denunciando un presunto golpe de Estado en su contra.
"Los golpistas intentan criminalizar con montajes mis denuncias de violaciones a los derechos humanos", escribió en su cuenta de Twitter.
Los propios diputados del partido político de Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), apoyaron esta ley para pacificar el país. Al menos 23 personas murieron en los enfrentamientos desatados después de su renuncia el 10 de noviembre, pero ya se habían reportado una decena de muertes durante las huelgas y manifestaciones que se suscitaron luego del anuncio de los resultados de los comicios de octubre.
Por su parte, el excandidato presidencial Carlos Mesa –quien denunció desde un principio el presunto fraude en las elecciones– apuntó en Twitter que "la ley de convocatoria a elecciones prueba la vocación de Bolivia por encontrar paz y reconciliación, ha sido un trabajo de gobierno y oposición, juntos después de tantos años".
"Es un gran augurio", afirmó.
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