La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, declaró en conferencia de prensa que solicitó una visita a la embajadora de México en ese país, María Teresa Mercado, para entregarle una “nota de protesta categórica” por considerar que el gobierno mexicano rompe los principios del derecho de asilo político en relación con Evo Morales.
Según Longaric, el país viola normas elementales permitiéndole apariciones a Morales -asilado allí desde el pasado 12 de noviembre- en diferentes medios de comunicación, además de hacer declaraciones en redes sociales. A juicio de la canciller, son palabras que llaman a la violencia y entorpecen la pacificación que se busca en el territorio nacional.
Mencionó específicamente que con respecto a Morales se pasaba por alto una resolución de Naciones Unidas de 1967, que sostiene que el asilado político no puede, bajo ninguna circunstancia, expresar comentario político alguno acerca del país del que ha salido.
Longaric expresó que Bolivia esperaba recibir en los próximos días una respuesta del Gobierno de México, que tolera en su territorio las declaraciones de Morales.
Por su lado, la secretaria de Gobernación del país azteca, Olga Sánchez, se apoyó en otro texto, el Tratado sobre Asilo y Refugio Político de Montevideo, de 1939, el cual negó que el expresidente boliviano lo estuviera vulnerando.
El artículo 5 de dicho tratado reconoce que “mientras dure el asilo no se permitirá a los asilados practicar actos que alteren la tranquilidad pública o que tiendan a participar o influir en actividades políticas”.
Sánchez explicó que, aunque Bolivia firmase tal documento, su Senado nunca lo ratificó, invalidando su vigencia en cualquier país.
Mientras, el ministro boliviano de Gobierno, Arturo Murillo, avisó que en los próximos días presentaría una demanda internacional contra el exmandatario ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por “crímenes de lesa humanidad”, a la vez que reveló un video en el que presuntamente Morales da indicaciones para cercar ciudades e impedir que entren alimentos a ellas.
Morales dijo en Twitter: “Denuncio al gobierno de facto en #Bolivia por crear un montaje con intención de hacerme un juicio internacional. Apelar a la manipulación judicial para encarcelar a líderes antiimperialistas, de izquierda y progresistas es algo que ya hicieron con Lula, Cristina y Correa”, escribió el exmandatario.
Durante las protestas por fraude en las elecciones generales de octubre pasado, Morales amenazó con cercar urbes desde Cochabamba. “Si quieren paro, no hay problema, lo vamos a acompañar con cerco en las ciudades para hacerlo respetar (la reelección), a ver si aguantan”, dijo.
Susana Rivero, una diputada del Movimiento al Socialismo (MAS), no pudo justificar estas palabras del expresidente durante una entrevista con CNN.
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