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El historiador de La Habana, Eusebio Leal, habló sentado en el Castillo de Atarés en un acto que se enmarcó dentro de las celebraciones previas al 500 aniversario de la fundación de la capital cubana.
"Perdónenme que haya tenido que estar un poco sentado, porque estoy un poco fatigado; pero la fatiga no es el resultado de lo que no ha podido vencerme, ni derrotarme, es que vengo caminando hace mucho tiempo, hace muchas décadas, hace muchos siglos", aseguró este jueves.
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"El verdadero misterio es que yo viví hace siglos en otros cuerpos y estuve aquí cuando se construyó el castillo. Muchas gracias", añadió en su intervención.
Este castillo forma parte del sistema defensivo construido por los españoles para proteger a La Habana en el siglo XVIII y, según explicó la televisión cubana, está abierto al público desde este jueves tras una compleja restauración que estuvo a cargo de la Oficina del Historiador de la Ciudad con la cooperación de Italia.
Leal aseguró que el Castillo de Atarés fue "un antro de tortura y desapariciones durante el machadato, el monumento terrible a los que fueron ejecutados en 1850 al pie de la columna donde hoy se alza una bandera cubana".
Fue construido en 1767 como parte del segundo sistema defensivo colonial habanero.
Eusebio Leal ya fue protagonista el pasado miércoles, cuando recibió la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III de manos del Rey Felipe VI.
La ceremonia de entrega se produjo en el Palacio de los Capitanes Generales, donde también estuvieron presentes la reina Letizia, el ministro en funciones de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y el embajador de España en Cuba, Juan Fernández Trigo.
La Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III es el reconocimiento civil más distinguido que otorga España.
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