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Familiares de la madre e hija que murieron esta semana luego de que su vivienda colapsara en La Habana, aseguran que la tragedia se pudo haber evitado.
"Es impresionante cómo nos ha costado aceptar o simplemente digerir que lo que está ocurriendo pudo haberse evitado hace años", dijo Nathalie Llizo González, familiar de las víctimas, al periodista Javier Díaz, de Univisión 23.
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El pasado domingo la vivienda de la familia, ubicada en calle 21, entre 30 y 34, en el reparto Miramar, se derrumbó, causando la muerte de la menor de 13 años y su madre, y ocasionando lesiones a la abuela, que se encuentra en el hospital en condiciones críticas.
"Mi familia completa está destruida. Sufrimos como mismo han sufrido muchas familias en Cuba que han perdido gente (de este modo). No somos los primeros y estoy seguro que tampoco vamos a ser los últimos", aseguró al citado medio el familiar Rodrigo Fernández González.
Los familiares aseguran que desde hace más de 30 años la vivienda estaba en peligro de derrumbe por eso se habían mudado al garaje, que aparentemente era el único espacio seguro.
Según Llizo González, el gobierno cubano le había prometido desde hacía años a la familia dos apartamentos, los cuales estaban esperando.
"No están muertos por irresponsables. Basta ya de manipulación. Basta ya de mala información, de mentiras. No es el momento de sacar papeles sucios", aseguró.
De acuerdo con el reporte del periodista, este martes el régimen cubano declaró que les habían entregado los apartamentos y que ellas vivían en esas condiciones por su conveniencia. No obstante, Llizo González negó que esto fuera una realidad.
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