El Elegguá gigante del Mercado de Cuatro Caminos de La Habana, todo un símbolo del lugar, se rompió por negligencia de unas personas que intentaron trasladarlo.
La noticia fue compartida en el popular grupo de Facebook "HAKUNA MATATA,VIVE Y DEJA VIVIR", por la usuaria Litza Paulino, quien muy indignada dijo que el Elegguá que protegía la plaza "fue destruido por negligencia de quienes no tenían que tocarlo, y además convencida estoy de que no le pidieron permiso, ni siguieron las reglas para sacarlo de su lugar".
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La usuaria compartió imágenes y videos en los que puede verse que el Elegguá estaba siendo trasladado con un montacargas, al que se le rompió una de las correas y el objeto religioso cayó al suelo destrozado.
"¿Ahora me pregunto cuáles pueden ser las repercusiones de destrozar al protector de la Plaza de Cuatro Caminos?", se pregunta Paulino.
"Hay que respetar un poco las ofrendas y el por qué eligieron estar ahí", dijo.
Según la usuaria, como persona religiosa que es, le indigna que destruyan un patrimonio "que fue entregado para el bienestar de muchos de nuestros antepasados".
Cuando comenzaron las labores constructivas del Mercado hace dos años, los obreros se encontraron con un busto de piedra al que denominaron el Elegguá gigante, del cual se decía que marcaba la posición del enterramiento de una roca de adoración de los santeros de La Habana.
Se trataba de un busto de concreto que guarda en su cabeza una piedra adorada por los santeros, desenterrada en 1994 en el patio de la plaza durante una de sus reparaciones. Pertenecía a los esclavos africanos y su enterramiento original estuvo junto a una de las columnas por donde se descargaba la mercancía.
El Elegguá es uno de los mayores símbolos de la religión yoruba y está representado por un niño. Se dice que es el dueño de los caminos, puede abrirlos o cerrarlos.
A pesar de la renovación del mercado, que abrirá sus puertas el próximo día 16, los devotos aseguraban que el “Elegguá gigante” mantendría su ubicación en ese espacio. No obstante, al parecer el mercado no podrá contra con su protector.
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