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El periodista independiente Jesús Silva Sosa escribió a la redacción de CiberCuba para denunciar que desde el aeropuerto internacional “José Martí” lo enviaron a la oficina de Ciudadanía, luego de ser notificado de que no podía salir del país.
Silva, que es miembro del Instituto Cubano por la Libertad, del Partido Cuba Independiente y Democrática y activista del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, había sido invitado por esta última organización a participar en un evento en Madrid.
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Según nos cuenta en el momento que entregó su pasaporte, el oficial de migración le dijo que se separara a unos tres metros de la taquilla.
“Allí me tuvieron de pie aproximadamente media hora”, dice. Luego otra oficial le pidió que le acompañara a una oficina donde le informaron que “no podrá viajar porque tiene la condición PS”.
Le preguntó a la funcionaria qué significaba esto, que quién le había puesto esa categoría y por qué. Esta le respondió, según nos cuenta Jesús, “que no tiene idea, que ellos solo son tramitadores-ejecutores, que no sabía cual era la razón”.
Posteriormente le indicaron que si él tenia que hacer alguna pregunta que fuera a la mencionada oficina del Ministerio del Interior, ubicada en calle 20, entre 5ta Avenida y 7ma Avenida, La Habana.
Ya en la oficina de Ciudadanía le dijeron que "la restricción de salida es porque estoy bajo un proceso investigativo". Le comunicaron también que esa era la única información que tenían en su poder, por lo que debía trasladarse hasta Pinar del Río, donde reside, para intentar "pedir más explicaciones".
Lo que le ha ocurrido a Jesús Silva, sin embargo, no es un caso aislado. Las autoridades migratorias de Cuba tienen la facultad de regular la salida del país de aquellas personas que ellos consideran “de interés”.
En esta categoría hay periodistas independientes, activistas y opositores al Gobierno cubano. Según el sitio web del Instituto Patmos, en el mes de septiembre había unas 196 personas reguladas.
Por esta razón el también periodista independiente Guillermo del Sol estuvo en huelga de hambre por más de 50 días, ya que le habían impedido a su hijo salir a un evento que iba a tener lugar en Trinidad y Tobago.
Sobre el tema el propio ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, aseguró no saber nada luego de que fuera entrevistado por un periodista de la agencia AP.
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