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Los periodistas independientes Iliana Hernández y Boris González Arenas fueron liberados ambos en la tarde de este jueves, tras haber permanecido en prisión más de 24 horas.
La noticia fue dada a conocer por Oscar Casanella, que compartió en Facebook imágenes de ambos opositores junto Omara Ruiz Urquiola y al dramaturgo Adonis Milán.
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Boris González Arenas estuvo retenido casi todo el tiempo en la estación de policía de San Miguel de Padrón, y luego lo trasladaron a la estación de Regla.
“Lo trasladaron de San Miguel del Padrón a Regla para que no saliera en libertad hacia nosotros, que lo esperábamos en las afueras”, dijo Casanellas.
Un rato después, fue liberada la reportera de CiberCuba, Iliana Hernández, quien fue arrestada en la tarde de ayer, justamente cuando informaba a través de Facebook Live de la detención de Boris.
En el caso de Iliana fue conducida a la estación de policía de Guanabacoa. “Estamos en la estación de policía de Guanabacoa donde aun se encuentra Iliana Hernandez. Su madre está ahora dentro de una oficina reunida con agentes de la "seguridad del estado", indicó hoy Casanellas.
Tanto Iliana Hernández como Boris González Arenas han sido arrestados más de una vez en los últimos meses. De hecho ambos fueron detenidos de forma extremadamente violenta durante la marcha independiente LGTBI, celebrada en mayo de este año en La Habana.
Un reciente informe presentado durante la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada en Miami, indicó que la única “reforma” del gobierno cubano en cuanto a libertad informativa en 2019 ha sido mantener la presión sobre la prensa independiente.
El documento hizo referencia al entramado jurídico que posibilita la represión, abordó las amenazas de enjuiciamiento que han sufrido numerosos informadores, los casos de “agresión digital”, como intentos de hackeo y suplantación de identidad, así como la prohibición de acceder a lugares donde ocurren noticias.
El informe de la SIP, refrendó lo indicado previamente por la Asociación Pro Libertad de Prensa, que en agosto dio a conocer que 13 periodistas independientes cubanos sufrieron diversos tipos de agresiones, entre ellos arrestos, amenazas, acoso telefónico, propuestas de colaboración con los órganos represivos y “visitas” a sus casas.
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