La única “reforma” del gobierno cubano ha sido mantener la presión sobre la prensa independiente, denuncia la SIP

La única “reforma” del gobierno cubano en cuanto a libertad informativa en 2019 ha sido mantener la presión sobre la prensa independiente, según denunció el informe presentado este sábado durante la Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se celebra en Miami.

El documento fue leído por Lucila Morales, representante en Estados Unidos de la revista independiente La Hora de Cuba, en nombre del vicepresidente para Cuba de la SIP, Henry Constantín, quien no pudo acudir al evento.

El documento hizo referencia al entramado jurídico que posibilita la represión, abordó las amenazas de enjuiciamiento que han sufrido numerosos informadores, los casos de “agresión digital”, como intentos de hackeo y suplantación de identidad, así como la prohibición de acceder a lugares donde ocurren noticias.

Morales añadió que hay un incremento de la presión gubernamental sobre los trabajadores del sector estatal que tienen acceso a internet, algunos de los cuales han denunciado que les obligado a publicar contenidos que alaban al régimen.

Acerca del acceso a internet, criticó la baja calidad y el precio excesivamente caro del servicio, lo cual impide a gran parte de la población conectarse a la red de redes.

La 75ta. edición de la Asamblea General de la SIP comenzó este viernes con un llamado a continuar defendiendo la libertad de prensa en los países donde es vulnerable el ejercicio del periodismo, como Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Su convocatoria refrenda a la Asociación Pro Libertad de Prensa, que el pasado mes de agosto reveló que 13 periodistas independientes cubanos sufrieron diversos tipos de agresiones, que incluyeron arrestos, amenazas, acoso telefónico, propuestas de colaboración con los órganos represivos y “visitas” a sus casas.

La SIP, integrada por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental, denunció en junio que la nueva Constitución permite al Estado seguir siendo el “amo y patrón de la libertad de sus ciudadanos” y el "máximo represor de la libertad de prensa”.